Esposa del Chapo se queda en la cárcel sin fianza
Afirman que la ex reina de belleza ha estado involucrada en el narcotráfico desde que era una niña y conoce el Cártel de Sinaloa a fondo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Nueva York. Una jueza estadounidense ordenó hoy que Emma Coronel, la esposa del narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, permanezca detenida sin fianza tras haber sido acusada de tráfico de drogas y de ayudar a su esposo a escapar de la cárcel en 2015.
Coronel, una ex reina de belleza de 31 años, compareció por videoconferencia ante una jueza de la ciudad de Washington. La mujer enfrenta cargos de conspirar para distribuir cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana en Estados Unidos.
La ciudadana estadounidense y mexicana fue detenida en el aeropuerto Dulles International ayer y trasladada al Centro de Detención de Alexandria, en Virginia.
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Su arresto es el último episodio de una sangrienta saga que involucra a Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa. Guzmán se convirtió en una leyenda debido a dos fugas de cárceles mexicanas que sorprendieron al mundo y le dieron una imagen de invencible ante las autoridades. En 2017, sin embargo, fue extraditado a Estados Unidos.
Coronel está acusada de participar en una asociación delictiva para traficar cocaína, metanfetaminas, heroína y marihuana. Estados Unidos, además, la acusa de haberse unido a otros para ayudar a Guzmán a escapar de la cárcel del Altiplano, en Almoloya de Juárez, México, en julio de 2015.
Después de que Guzmán volviera a ser arrestado en México en enero de 2016, Coronel supuestamente planeó de nuevo, junto a otros, otro intento de escape para su esposo. Guzmán, sin embargo, fue extraditado un año después.
Coronel apareció cada día en el juicio a su esposo por narcotráfico -efectuado en la corte del distrito este de Nueva York- a fines de 2018 y los primeros dos meses de 2019 y fue captada por las cámaras cada vez que entraba o salía del edificio del tribunal, en Brooklyn. Guzmán fue sentenciado a cadena perpetua debido a su papel como líder del Cártel de Sinaloa.
Según una declaración jurada emitida por Eric McGuire, agente del FBI, y difundida por el Departamento de Justicia, de 2012 a 2014 Coronel pasó mensajes de parte de Guzmán a otros miembros del cártel para proseguir con las actividades de narcotráfico mientras él evadía a las autoridades mexicanas.
Tras el arresto del Chapo en febrero de 2014, Coronel siguió pasando los mensajes que su marido le daba cuando ella lo visitaba en prisión, escribió McGuire. Las autoridades mexicanas no monitoreaban las visitas, indicó el agente.
“Creo que Coronel actuaba como mensajera entre Guzmán y sus soldados, socios e hijos”, escribió McGuire. “También entiendo que Guzmán siguió dirigiendo las actividades de tráfico de drogas del Cártel de Sinaloa desde la prisión del Altiplano a través de varios individuos, incluidos Coronel”.
El agente del FBI basó en parte sus acusaciones en las declaraciones de un testigo al que llama “Testigo colaborador 1”. McGuire aseguró que tras el arresto del Chapo en enero de 2016, Coronel le dio 100,000 dólares al testigo y le dijo que comprara una propiedad cerca de la prisión del Altiplano. El testigo acabaría recibiendo un millón de dólares para llevar a cabo el plan de escape, indicó McGuire.
Guzmán, sin embargo, fue trasladado a una prisión en Ciudad Juárez. Coronel le dijo al testigo que ella y otros estaban intentando transferir al Chapo de regreso a la prisión del Altiplano, donde la fuga “sería posible”.
Coronel supuestamente le dijo al testigo que se le habían pagado aproximadamente dos millones de dólares al funcionario que dirigía las prisiones de México para llevar a cabo la transferencia al Altiplano.
Guzmán nunca regresó a dicha cárcel.
Según McGuire, Coronel -que se casó con Guzmán en 2007 cuando ella era una adolescente- estaba familiarizada con el mundo del narcotráfico porque su padre, Inés Coronel Barreras, fue arrestado en 2013 junto a uno de sus hijos y otros en Arizona en un almacén lleno de marihuana.
Guzmán, uno de los narcotraficantes más conocidos del mundo, y Coronel son padres de gemelas nacidas en 2011 y a las cuales su madre llevó a la corte de Brooklyn un par de veces para que su padre las viera.
Coronel fue mencionada varias veces durante el juicio a su esposo, en el que un testigo declaró que jugó un papel clave en la fuga de Guzmán en 2015 en el que sus socios construyeron un túnel que desembocaba en la ducha de la celda del Chapo.
Dámaso López Nuñez, quien trabajó para Guzmán, testificó en el juicio de Brooklyn que Coronel ayudaba a Guzmán a comunicarse con sus hijos y otros que coordinaron la fuga de la cárcel del Altiplano.
Tras la sentencia a su marido en 2019, Coronel lanzó una marca de ropa que lleva su nombre.
El abogado de Coronel, Jeffrey Lichtman, dijo a la AP que no tenía comentarios respecto del arresto.
Mike Vigil, exencargado de las operaciones internacionales de la agencia antidrogas estadounidense DEA, dijo que Coronel “estuvo involucrada en el tráfico de drogas desde que era una niña pequeña. Conoce bien cómo funciona el Cártel de Sinaloa”.
“Creo que los Chapitos (los hijos de Guzmán de relaciones anteriores) e Ismael ‘El Mayo’ Zambada (quien se presume es el líder actual del cártel) están temblando ahora”, indicó. Coronel “cooperará (con las autoridades estadounidenses), no tengo ninguna duda”, dijo Vigil. “Tiene una gran motivación y ésa es sus gemelas”.