Las Vegas. Los fiscales que llevan el caso contra Duane “Keffe D”, Davis, acusado por el asesinato del cantante Tupac Shakur ocurrido en Las Vegas en el 1996, aseguraron a un juez de Nevada que los testigos en el caso pueden estar en peligro.

Un escrito judicial presentado el jueves insta al juez a mantener a Davis entre rejas hasta el juicio, alegando que se entregó una lista de testigos a miembros de la familia de Davis, y que el hijo de Davis dijo al acusado durante una llamada telefónica grabada en la cárcel que se había dado una orden de “luz verde”.

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“En el mundo (de Davis), una ‘luz verde’ es una autorización para matar”, dijeron los fiscales Marc DiGiacomo y Binu Palal en la presentación judicial.

“Esto causó suficiente preocupación como para que el gobierno federal interviniera y proporcionara recursos al menos a (un testigo) para que pudiera cambiar de residencia”, escribieron los fiscales, calificando la llamada a la cárcel del 9 de octubre de prueba de “amenazas creíbles a testigos (que) demuestran tanto una conciencia de culpabilidad como que el acusado representa un peligro para la comunidad”.

En el escrito judicial no se hace referencia a que Davis ordenara a nadie que hiciera daño a nadie ni a que nadie relacionado con el caso sufriera daños físicos. DiGiacomo y Palal no estuvieron disponibles el viernes para hacer comentarios.

Uno de los abogados designados por el tribunal de Davis, Robert Arroyo, dijo que él y el abogado Charles Cano estaban revisando las acusaciones de la fiscalía, y tienen la intención de responder ante el tribunal el martes. Está prevista una vista sobre la petición de Davis para pagar una fianza de 100,000 dólares y permanecer en arresto domiciliario hasta su juicio en junio.

“Sin embargo, tras nuestra revisión inicial de la llamada telefónica en cuestión, no vemos cuándo se mencionó (a los testigos)”, dijo Arroyo, “y mucho menos se les amenazó”.

Arroyo y Cano argumentan en una solicitud de libertad bajo fianza presentada el 19 de diciembre que Davis, de 60 años, no representa ningún peligro para la comunidad, no huiría para evitar el juicio y no está recibiendo la atención médica adecuada en la cárcel tras un diagnóstico de cáncer de colon que, según dijeron, está en remisión.

Davis es originario de Compton, California. Fue detenido el 29 de septiembre en el exterior de una vivienda de los suburbios de Henderson, donde la policía de Las Vegas presentó una orden de registro el 17 de julio. En noviembre se declaró inocente de un cargo de asesinato y está detenido sin fianza en el Centro de Detención del Condado de Clark, en Las Vegas, donde se graban habitualmente las llamadas telefónicas de los detenidos. Podría pasar el resto de su vida en prisión si es declarado culpable.

En la presentación judicial del jueves, DiGiacomo y Palal dijeron a la juez del tribunal de distrito del condado de Clark, Carli Kierny, que, según sus propias descripciones, Davis fue “el autor de los disparos” en el tiroteo mortal y debe permanecer encarcelado.

Los fiscales citan lo que llaman múltiples “confesiones” desde 2008 -en entrevistas con la policía, en las memorias de Davis de 2019 y en los medios de comunicación- de que él orquestó el tiroteo de septiembre de 1996 en un semáforo cerca del Strip de Las Vegas, que mató a Shakur e hirió al magnate de la música rap Marion “Suge” Knight.

Knight, ahora de 58 años, cumple 28 años en una prisión de California por la muerte de un empresario de Compton en 2015.

Davis es la única persona aún con vida que se encontraba en el vehículo desde el que se efectuaron los disparos. Afirma que se le concedió inmunidad en un acuerdo de 2008 con el FBI y la policía de Los Ángeles, que investigaban tanto los asesinatos de Shakur en Las Vegas como el del rapero rival Christopher Wallace en marzo de 1997 en Los Ángeles. Wallace era conocido como The Notorious B.I.G. o Biggie Smalls.

Los abogados de Davis argumentan que sus confesiones “se hicieron con fines de entretenimiento y para ganar dinero”.