CIUDAD DE MÉXICO. El embajador de Estados Unidos en México confirmó el viernes que el capo del narcotráfico Ismael “El Mayo” Zambada fue llevado a Estados Unidos contra su voluntad cuando llegó a Texas en julio, en un avión junto con el también capo Joaquín Guzmán López.

El abogado de Zambada había afirmado anteriormente que el antiguo jefe del cártel de Sinaloa había sido secuestrado. Pero las autoridades no lo habían confirmado, y la edad de Zambada y su aparente mala salud habían llevado a algunos a especular con que se había entregado él mismo.

El embajador estadounidense Ken Salazar dijo el viernes que “la evidencia que vimos... es que habían traído a El Mayo Zambada contra su voluntad”.

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“Esta fue una operación entre cárteles, donde uno entregó al otro”, dijo Salazar. La facción de Zambada del cártel de Sinaloa ha mantenido duros enfrentamientos con otra facción, liderada por los hijos del encarcelado capo Joaquín “El Chapo” Guzmán. Guzmán López es hermanastro de los líderes de la facción.

Salazar dijo que en el vuelo en el que se entregó Guzmán López no participó personal, recursos ni aeronaves de Estados Unidos, y que los funcionarios estadounidenses se “sorprendieron” cuando ambos se presentaron en un aeropuerto en las afueras de El Paso, Texas, el 25 de julio.

Frank Pérez, abogado de Zambada, dijo en un comunicado en julio que “mi cliente ni se entregó ni negoció ningún término con el gobierno de Estados Unidos.”

“Joaquín Guzmán López secuestró por la fuerza a mi cliente”, escribió Pérez. “Fue emboscado, tirado al suelo y esposado por seis hombres con uniformes militares y Joaquín. Le ataron las piernas y le colocaron una bolsa negra en la cabeza”.

Pérez continuó diciendo que Zambada, de 76 años, fue arrojado a la parte trasera de una camioneta, obligado a subir a un avión y atado al asiento por Guzmán López.

A principios de agosto, Zambada compareció por segunda vez ante un tribunal federal de Texas, tras haber sido puesto bajo custodia estadounidense la semana anterior.

Al parecer, Guzmán López llevaba tiempo negociando con las autoridades estadounidenses la posibilidad de entregarse. Guzmán López, de 38 años, se ha declarado inocente de narcotráfico y otros cargos ante un tribunal federal de Chicago.

Sin embargo, las autoridades estadounidenses afirmaron que casi no tuvieron ningún aviso cuando el avión de Guzmán López aterrizó en un aeropuerto cercano a El Paso. Ambos fueron detenidos y permanecen en prisión. Están acusados en Estados Unidos de varios delitos relacionados con el narcotráfico.

Salazar dijo que el avión había despegado de Sinaloa -el estado de la costa del Pacífico donde tiene su sede el cártel- y no había presentado ningún plan de vuelo. Subrayó que ni el piloto ni el avión eran estadounidenses.

Todo apunta a que Guzmán López tenía intención de entregarse y trajo consigo a Zambada para obtener un trato más favorable, pero sus motivos siguen sin estar claros.

Se cree que Zambada estaba más involucrado en las operaciones cotidianas del cártel que su jefe más conocido y llamativo, “El Chapo”, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos en 2019.

Zambada está acusado en varios casos en Estados Unidos, incluidos en Nueva York y California. Los fiscales presentaron una nueva acusación contra él en Nueva York en febrero, describiéndolo como el “principal líder de la empresa criminal responsable de importar enormes cantidades de narcóticos a Estados Unidos.”

La captura de Zambada y Guzmán López -y la idea de que una facción del cártel había delatado al líder de la otra- hizo temer que el cártel, ya dividido, cayera en una espiral de violentas luchas internas.

Esto llevó al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a dar el inusual paso de hacer un llamamiento público a los cárteles de la droga para que no lucharan entre sí.