Elsa amenaza labores en sitio de derrumbe en Florida
La posibilidad de encontrar sobrevivientes 12 días después del desplome del 24 de junio continúa disminuyendo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Los socorristas buscaban entre nuevos escombros el lunes después de que fuera demolida la última parte del condominio que se desplomó en el sur de Florida, lo cual les permitió inspeccionar zonas previamente inaccesibles, incluyendo las habitaciones en las que se cree que las personas dormían al momento del desastre, informaron las autoridades.
Sin embargo, enfrentan un nuevo desafío en forma de tormentas eléctricas que azotaron la zona conforme la tormenta tropical Elsa se aproxima al estado.
Otras cuatro víctimas fueron encontradas en la nueva pila de escombros, informó a sus familiares el subjefe del Departamento de Bomberos de Miami-Dade, Raide Jadallah, con lo que se elevó a 28 el número de muertes confirmadas. Otras 117 personas continúan desaparecidas.
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Despite the arrival of inclement weather due to Tropical Storm Elsa, first responders continue working on the debris pile of the Champlain Towers building collapse in Surfside. pic.twitter.com/Gc12hdtu86
— Miami-Dade Fire Rescue (@MiamiDadeFire) July 5, 2021
La demolición del domingo por la noche fue crucial en las labores de búsqueda y rescate, señalaron las autoridades, e incrementó la posibilidad de que las cuadrillas puedan acelerar el ritmo de trabajo y aumentar el número de socorristas en el lugar. Sin embargo, la posibilidad de encontrar sobrevivientes 12 días después del desplome del 24 de junio continúa disminuyendo.
“Sabemos que cada día que pasa es más difícil que ocurra un milagro”, dijo Maggie Castro, bombera y paramédica del Departamento de Bomberos de Miami-Dade, que a diario informa el estado de las cosas a los familiares.
Los equipos no habían podido ingresar a las zonas más cercanas a la estructura que había quedado en pie debido a su inestabilidad, señaló la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava.
“En verdad no podíamos seguir sin derribar este edificio”, señaló en conferencia de prensa.
Parte de los escombros previos también ayudaban a mantener la estructura en pie, señaló Ignatius Carroll, capitán del cuerpo de rescate del Departamento de Bomberos de la Ciudad de Miami. Los socorristas mantienen la esperanza de reunir a las víctimas con sus seres queridos.
“Seguimos enfocados en nuestra misión principal, que es no dejar ni una sola piedra sin examinar y encontrar a la mayor cantidad de gente posible y ayudar a dar algunas respuestas a familiares y seres queridos, o brindarles algún tipo de cierre”, comentó Carroll.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, señaló que las nuevas áreas a las que se tiene acceso incluyen las habitaciones principales, en las que se cree que había personas dormidas al momento del derrumbe.
“Podremos tener acceso a todas las partes de esa pila de escombros, lo que no habíamos podido hacer hasta ahora”, comentó DeSantis. “Creo que esto nos va a acelerar”.
Se podía ver al personal de rescate escalando las ruinas el lunes junto a maquinaria pesada que recogía escombros. Jadallah dijo que los socorristas se centraron en un tramo de escaleras, pero el mal tiempo obstaculizó la búsqueda, en especial en una zona del estacionamiento que se estaba llenando de agua. Las cuadrillas tuvieron que bombearla.
Los pronósticos más recientes indicaban que la tormenta se movía hacia el oeste, evitando en buena medida el sur de Florida. Sin embargo, se registraron tormentas eléctricas en la zona cercana al derrumbe, y el Servicio Nacional de Meteorología emitió un aviso de tormentas eléctricas para Miami Beach, que está cerca de Surfside en dirección sur.
Jadallah señaló que los socorristas planeaban seguir con sus labores.
“Ahora que no tenemos problemas con la estructura, lo único que nos detendrá son los rayos”, aseguró.
Los trabajadores comenzaron de inmediato a despejar algunos de los nuevos escombros tras la demolición, y la búsqueda se reanudó alrededor de la medianoche, indicaron las autoridades. Las labores se suspendieron el sábado para permitir que los especialistas perforaran los orificios con el fin de colocar las cargas explosivas para la demolición.