La muerte de Corey Micciolo, el niño de seis años al que su padre golpeó y obligó a correr en una cinta porque estaba “demasiado gordo”, conmocionó a todo el mundo y volvió a tomar notoriedad debido al juicio que se está llevando a cabo en contra del progenitor, en Nueva Jersey, Estados Unidos. La madre de la víctima, Breanna Micciolo, declaró ante la justicia y dio detalles sobre los violentos hechos que sucedieron antes de la muerte de su hijo.

Al momento del fallecimiento, la mujer peleaba por la custodia del menor con su expareja y padre de Corey, Christopher Gregor, debido a los “malos tratos” que recibía el niño, quien llegaba de los encuentros con su padre con graves hematomas en el cuerpo. Al sospechar de un posible abuso infantil, denunció al hombre de 31 años ante la División de Protección y Permanencia Infantil de Nueva Jersey y le dijo a la asistente social que “temía que su hijo pudiera morir”. Sin embargo, aseguró, nunca fue escuchada.

El testimonio de la madre

Durante el juicio se presentaron las estremecedoras imágenes que muestran cómo el hombre obligaba a correr al niño, mientras incluso apretaba numerosas veces el botón que aumenta la velocidad de la máquina para exigirlo más. A medida que la cinta acelera, se ve cómo Corey no puede seguir el ritmo hasta que se cae de espaldas y luego rueda. De inmediato, el padre lo agarra de la remera, lo levanta y lo obliga a subir a la máquina nuevamente, sin reducir la velocidad.

La mujer aseguró que “notó inmediatamente moretones y arañazos” en el cuerpo de su hijo cuando regresó del gimnasio, por lo que procedió a hacer nuevamente una denuncia a las autoridades. Según la fiscalía, el menor sufrió maltrato y abuso por parte de su padre durante varios meses antes de morir por “un traumatismo por objeto contundente”, de esta manera lo informó el diario británico Daily Mail.

“Tenía un moratón en la frente, con una forma muy rara, parecía una huella”, dijo la mujer, antes de detallar que el menor también presentó cortes en el cuerpo, incluido uno en el pecho que “parecía un rasguño”. Al llevarlo ante un profesional de la salud para que certificara que se trataba de algún tipo de agresión, el pediatra examinó las lesiones y le aseguró que “no tenía por qué preocuparse”.

Ahí fue cuando el niño le dijo a su madre y al médico que su padre lo obligaba a correr porque consideraba que se encontraba excedido de peso. Poco tiempo después, los tribunales rechazaron la demanda de urgencia que solicitaba la custodia total por parte de la madre. Al día siguiente, Corey murió.

Según lo que determinó un patólogo forense, la causa de muerte se trató de un “homicidio por maltrato infantil crónico”, que incluía lesiones por objeto contundente en el abdomen y el pecho, una laceración en el corazón, y contusiones cardíacas y hepáticas con inflamación y sepsis.

Por su parte, el acusado -cuyos cargos se modificaron a asesinato, en 2022- se defendió y aseguró que su hijo murió producto de una neumonía, pese a que no hay ningún acta del personal médico del hospital a donde fue llevado que pueda constatar esta situación.