Un acontecimiento inquietante ocurrió el lunes en el Aeropuerto Internacional de Siracusa, ubicado en el estado de Nueva York, cuando dos aeronaves estuvieron a punto de chocar en el aire.

El episodio, que involucró a un avión de American Eagle (filial regional de American Airlines) en proceso de despegue y otro de Delta Connection intentando aterrizar en la misma pista, fue evitado gracias a la intervención rápida de los controladores aéreos, quienes instruyeron a uno de los pilotos a abortar la maniobra de aterrizaje.

La Administración Federal de Aviación (FAA) comenzó una investigación exhaustiva para determinar las causas del incidente. En un comunicado, la FAA subrayó que los pilotos acataron las órdenes de los controladores aéreos, lo cual permitió evitar un desastre potencial. Según CBS News, las aeronaves se encontraban a solo 220 metros de distancia una de la otra.

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No obstante, la FAA indicó que el incidente probablemente se debió a un error en el control del tráfico aéreo. Las comunicaciones entre el control del tráfico aéreo y los pilotos mostraban que el vuelo de American Eagle tenía autorización para aterrizar en la pista 28 al mismo tiempo que el vuelo de Delta tenía permiso para despegar de esa misma pista.

El error parece haber sido detectado inicialmente por el piloto de American Eagle, quien preguntó: “Espera, ¿quién tiene permiso para despegar por la 28?”. El control del tráfico aéreo ordenó entonces al vuelo de American Eagle que “subiera” y “diera la vuelta” para no interferir con el despegue del vuelo de Delta.

El incidente fue grabado en video y rápidamente se volvió viral en las redes sociales. Según la FAA, este tipo de situaciones, conocidas como “incursiones en pista”, son extremadamente serias debido a su potencial para provocar accidentes graves.

Un portavoz de la FAA declaró: “La seguridad es nuestra prioridad número uno. Estamos trabajando para comprender todos los factores que contribuyeron a este incidente”. La investigación se enfocará en entender cómo se produjo la falta de coordinación que llevó a los dos aviones a acercarse peligrosamente.

Las dos aeronaves involucradas transportaban un total de 159 personas. De estas, 80 personas viajaban en el vuelo 5421 de Delta, operado por Endeavor Air, mientras que 79 personas iban a bordo del vuelo 5511 de American Airlines, operado por American Eagle.