El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, anunció este martes que ha pedido al Congreso estatal una ley para acabar con las protecciones especiales que permiten, desde hace décadas, al complejo Walt Disney World operar como un organismo autogobernado.

DeSantis dijo en rueda de prensa que ha pedido al Parlamento estatal que durante la sesión especial que comienza hoy para definir un nuevo mapa electoral aborde también la eliminación del Reedy Creek Improvement District, creado en 1967 y donde se asienta el gigante del entretenimiento que prácticamente le permite gobernar por su cuenta.

“Sí, considerarán el mapa del Congreso, pero también considerarán la terminación de todos los distritos especiales que se promulgaron en Florida antes de 1968 y eso incluye el Reedy Creek Improvement District”, anunció el gobernador en una conferencia en The Villages, al norte de Orlando.

Este distrito especial abarca unas 39 millas cuadradas (100 km.) y se asienta entre los condados de Osceola y Orange, en el centro del estado, y permite a Walt Disney World tener su propia policía y cuerpo de bomberos, entre otros aspectos.

El anuncio de hoy supone un nuevo capítulo en el pulso que DeSantis mantiene con Disney tras las críticas que la empresa hizo por la promulgación de la polémica ley conocida como “Don’t Say Gay” (“No digas gay”), que prohíbe a los maestros floridanos de hasta segundo grado hablar en las aulas sobre orientación sexual e identidad de género.

La ley, aprobada por el Parlamento y rubricada en marzo por el gobernador, mereció que Disney señalara en un comunicado que la norma “nunca debió ser aprobada” y al mismo tiempo se disculpó con sus empleados por haber mantenido silencio y optar por hacer campaña en contra de la ley “detrás de las cortinas”.

Poco antes de la promulgación de la ley, el presidente ejecutivo de Disney, Bob Chapek, anunció que la compañía cancelaba sus cuantiosos donativos políticos en Florida, lo que incluye al propio gobernador, y que incrementaría sus fondos a favor de grupos que combatan medidas similares en otros estados.

El gobernador floridano acuso recibo y llegó a señalar que el pronunciamiento de Disney era “deshonesto” y había “cruzado la línea”.