Aunque el cáncer es la segunda causa principal de muerte en Estados Unidos, para los hispanos que viven en ese país es la primera.

Los latinos son el grupo minoritario más grande en Estados Unidos, con una representación de un 17.4 por ciento de la población total. Este año se estima que serán 125,900 los nuevos casos de cáncer y 37,800 las muertes entre los hispanos.

Esos datos son parte de un informe que la Sociedad Americana del Cáncer produce cada tres años y que fue reseñado en el portal Science Daily.

El cáncer del pulmón sigue como el causante principal de muerte en los hombres hispanos, lo que equivale aproximadamente a uno de cada seis fallecimientos. Basado en los estimados, se proyecta que el cáncer del hígado supere al colorrectal como la segunda causa de muerte por cáncer. La tasa de incidencias de cáncer de hígado y muerte en hombres y mujeres hispanos es casi el doble de la de los blancos no hispanos.

En el caso de las hispanas, el cáncer de seno es el más letal, seguido del cáncer del pulmón y el colorectal. La tasa de mortalidad por cáncer del pulmón en las mujeres hispanas es un 70 por ciento menor que en las mujeres no hispanas, algo que se atribuye a que históricamente las latinas fuman menos. En 2014, el ocho por ciento de las hispanas fumaba en comparación con el 17 por ciento de las blancas.

Los hispanos tienen menos probabilidad de ser diagnosticados con los cuatro tipos de cáncer más comunes (próstata, pulmón, seno y colon) que los blancos no hispanos. Sin embargo, los hispanos tienen un mayor riesgo de cáncer asociado con agentes infecciosos, como el del estómago, hígado y cuello uterino.

El perfil  del cáncer entre los hispanos que viven en Estados Unidos es notablemente diferente al de los blancos no hispanos y refleja el riesgo en los países de origen. Por ejemplo, en general, la tasa de mortalidad y la incidencia en los puertorriqueños y cubanos es más similar a la de los blancos no hispanos que a los de origen mexicano.