EEUU suspenderá hoy la búsqueda de El Faro
La decisión ya ha sido comunicada a los familiares de la tripulación.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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En una conferencia de prensa en Jacksonville (Florida), el capitán Mark Fedor aseguró que tras siete días de búsqueda sin encontrar supervivientes, la Guardia Costera abandonará en las próximas las tareas de rescate.
Las autoridades habían ya dado por hundido el barco el pasado lunes, tras encontrar un cuerpo, un bote salvavidas y varios chalecos de "El Faro", en el que viajaban 28 estadounidenses y cinco polacos.
En su comparecencia ante los medios, el capitán explicó que esta "dolorosa" decisión ya ha sido comunicada a los familiares de la tripulación, y confesó que entre los desaparecidos se encuentra un familiar de los equipos de rescate de la Guardia Costera.
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En los trabajos de búsqueda han participado hasta cinco aviones, un helicóptero, dos fragatas, un barco de respuesta rápida y tres remolcadores.
En la rueda de prensa intervino también la vicepresidenta de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB), Bella Dinh-Zarr, quien confirmó que desde ayer un equipo de investigadores independientes trata de determinar en Jacksonville qué pudo pasar para que el barco naufragara.
La investigación se centra en las últimas comunicaciones entre el capitán del barco, Michael Davidson, y la compañía propietaria del mismo, Tote Maritime de Puerto Rico, con el fin de saber los motivos que llevaron al buque a adentrarse en la zona de influencia del huracán.
"Hemos recibido un informe del Servicio de Guardacostas. Nos hemos reunido con la empresa involucrada, TOTE Marítime, y ahora estamos en el proceso de buscar todos los factores que intervienen en este lamentable accidente", dijo Dinh-Zarr.
El Faro superó una inspección en marzo pasado, no había sufrido fallos en su motor desde su última remodelación en el año 2006, según los propietarios del barco.
El buque, de 240 metros de eslora, partió el 29 de septiembre del puerto de Jacksonville, en la costa este de Florida, con destino a San Juan de Puerto Rico, cuando Joaquín era todavía una fuerte tormenta tropical.
El miércoles 30 de septiembre Joaquín se convirtió en un huracán, y el jueves 1 de octubre se perdió el contacto con el barco cuando navegaba a unos 50 kilómetros al noreste de las islas Crooked, en el archipiélago de las Bahamas.
En ese momento el ciclón ya era de categoría 3 en la escala de Saffir-Simpson (de un máximo de cinco) y presentaba vientos de más de 200 kilómetros por hora.
Según las autoridades, el barco se enfrentó a olas de hasta 14 metros, en una zona con una profundidad aproximada de hasta 4.500 metros (15.000 pies).
Hoy miércoles el huracán Joaquín, debilitado ya en el norte del Atlántico, se encuentra a unos 870 kilómetros al sureste de Terranova (Canadá), y se mueve con vientos de 110 kilómetros por hora en dirección norte-noreste.
En la trayectoria pronosticada, Joaquín seguirá debilitándose en las próximas 48 horas, para llegar el fin de semana a la costa noroeste de España en forma de depresión subtropical.