Washington. La Casa Blanca anunció hoy que habrá unos 40 millones de dosis disponibles de la vacuna para la COVID-19 en Estados Unidos hacia finales de este año, gracias a los avances de las farmacéuticas Pfizer y Moderna.

“Respecto a la vacuna, creemos que habrá 40 millones de dosis disponibles hacia finales de año”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, en una rueda de prensa, la primera que da desde el pasado 1 de octubre.

McEnany recordó los avances experimentados por Pfizer y Moderna, que han informado de “resultados exitosos” en sus vacunas: “Cada una ha logrado una vacuna para la COVID que es en torno al 90 % efectiva. Sabemos que la de Moderna es un 94.5% efectiva y la de Pfizer 95%, esto es extraordinario”, dijo.

Durante la rueda de prensa, McEnany insistió en atribuir el progreso en las vacunas a la gestión del presidente saliente, Donald Trump, pese a que al comienzo de la pandemia minusvaloró intencionadamente la importancia de la enfermedad, lo que él mismo ha reconocido, para que no cundiera el pánico entre la población, y se negó a usar mascarilla en público durante varios meses.

La portavoz de la Casa Blanca subrayó que “este progreso realmente extraordinario del que ustedes ya han escuchado al doctor (Anthony) Fauci (el principal epidemiólogo del Gobierno) y a otros hablar fue solo posible debido al presidente, quien dijo al mismo tiempo ‘voy a buscar una vacuna, voy a hacer algo nuevo, voy a fabricarla’ para que muchas vidas estadounidenses sean salvadas, gracias al presidente Trump y al gran trabajo de la operación Velocidad de la luz”.

Dicha operación fue lanzada por la Casa Blanca en colaboración con el Pentágono para facilitar la fabricación y distribución de las futuras vacunas para el coronavirus.

Este viernes, Pfizer y su socia alemana BioNTech pidieron autorización de emergencia al regulador del medicamento de EE.UU. (FDA) para poder comenzar a distribuir su vacuna, que podría suministrarse a población de riesgo a partir de diciembre.

La Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) deberá revisar al menos dos meses de datos de respuesta de los voluntarios a la vacuna, así como certificar su seguridad en niños, personas mayores y racialmente diversas, pero habida cuenta de la urgencia del proceso podrían bastar semanas para que la primera vacuna estadounidense contra la COVID-19 esté disponible.

Pfizer no se ha servido de los fondos del Gobierno de EE.UU. para el desarrollo de la vacuna, que ha financiado de su bolsillo, aunque sí ha llegado a un acuerdo con Washington por valor de casi 1,950 millones de dólares para que les provea con 100 millones dosis.

Por su parte, Moderna, que también ha presentado resultados preliminares similares a los de Pfizer y podría solicitar la autorización de emergencia en breve, sí le debe a la inyección de fondos del Gobierno estadounidense parte de su éxito en el históricamente rápido proceso de desarrollo de la vacuna.