Washington. Los líderes del Senado y el senador demócrata moderado Joe Manchin alcanzaron un acuerdo sobre las prestaciones de emergencia para desempleados, rompiendo un impasse que había paralizado el proyecto de ley de ayudas para el COVID-19 de $1.9 billones, la iniciativa estrella del partido.

El compromiso, anunciado por el legislador de Virginia Occidental y un asistente demócrata el viernes en la noche, parecía allanar el camino para que el Senado inicie una maratón de votaciones clave y, finalmente, apruebe la amplia legislación.

El proyecto de ley, que es la principal prioridad legislativa del presidente Joe Biden, busca combatir la letal pandemia y ayudar a la recuperación de la renqueante economía. Ofrecerá pagos directos de hasta $1,400 a la mayoría de los estadounidenses y dinero para pruebas de detección y vacunas contra el coronavirus, además de ayudas a gobiernos locales y estatales, a escuelas y a la industria de las aerolíneas, y subsidios para el seguro médico.

Poco antes de la medianoche, el Senado comenzó a abordar rápidamente una serie de enmiendas. Se votaron principalmente propuestas republicanas que casi con toda seguridad fracasarán, pero que están diseñadas para que los demócratas emitan votos políticos incómodos. No estuvo claro cuánto durará este trámite.

Pero el acuerdo sobre los beneficios de desempleo sugirió que es solo una cuestión de tiempo que el Senado apruebe el proyecto de ley. Esto devolvería el texto a la Cámara de Representantes, que le daría la aprobación definitiva del Congreso antes de remitirlo a Biden para su firma.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, señaló que Biden respalda el compromiso sobre las prestaciones por desempleo.

El largo bloqueo de la iniciativa puso de manifiesto los dolores de cabeza que sufrirán los líderes del partido en los próximos dos años -además de las tensiones entre progresistas y centristas- mientras tratan de sacar adelante su agenda con estrechas mayorías.

Manchin es probablemente el demócrata más conservador de la cámara y una pieza clave en un Senado dividido al 50%. Pero el partido no puede escorarse demasiado al centro para lograr el sí de Manchin sin poner en peligro el respaldo de los progresistas en la Cámara de Representantes, donde tiene un margen de apenas 10 votos.

Ayudar a los estadounidenses sin empleo es una de las principales prioridades demócratas. Pero también es un asunto que distancia a los progresistas que buscan ayudar a sus electores en paro a hacer frente a la situación económica, y a Manchin y otros moderados que quieren reducir algunos de los costos del proyecto.

Biden destacó que el informe de desempleo publicado el viernes reflejó la contratación de 379,000 personas, un resultado inesperadamente sólido. Pero sigue siendo poco comparado con los 10 millones de empleos que se destruyeron desde el inicio de la pandemia hace un año.

“Sin un plan de rescate, esos avances se ralentizarán”, señaló Biden. “No podemos permitirnos dar un paso hacia adelante y dos hacia atrás. Tenemos que vencer al virus, proporcionar ayuda esencial y construir una recuperación inclusiva”.

En su conjunto, el proyecto de ley enfrenta la sólida oposición del Partido Republicano, y sus miembros emplearon los datos del paro para acusar a Biden de negarse a buscar compromisos con ellos.

“Podría descolgar el teléfono y terminar con esto ahora mismo”, dijo Lindsey Graham, senadora de Carolina de Sur, acerca de Biden.

Pero en un signo alentador para Biden, una encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research halló que el 70% de los estadounidenses respalda su gestión de la pandemia, incluyendo un destacado 44% de republicanos.

La Cámara de Representantes aprobó el fin de semana pasado un proyecto de ley que incluía prestaciones semanales por desempleo de $400, además de los pagos estatales habituales, hasta agosto. Manchin esperaba reducir esos costos, afirmando que esa cuantía desanimaría a la gente a volver al trabajo, una afirmación rechazada por la mayoría de los demócratas y muchos economistas.