Miami. Jorge Barahona, preso en una cárcel del condado de Miami-Dade (Florida) por la muerte en 2011 de su hija adoptiva, de 10 años, y torturas a su hermano gemelo, en un caso que conmocionó a la comunidad, fue declarado este viernes incompetente para ser procesado.

En una breve audiencia, la jueza Andrea Wolfson anunció su fallo después de que tres médicos sometieran a evaluación al reo y dos de ellos le declararan no apto para ser procesado, según informaron medios locales.

El tribunal determinó, al evaluar los informes, que Barahona, acusado de asesinato en primer grado por la muerte a golpes de su hija adoptiva, Nubia Barahona, “es incompetente para juicio”, recogió el diario The Miami Herald.

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Barahona será trasladado a un centro supervisado por el Departamento de Niños y Familias de Florida (DCF, en inglés) y recibirá el tratamiento oportuno.

Si su condición mejora y el juez determina que puede ayudar a sus abogados en su propia defensa, será devuelto al centro de detención donde se encuentra ahora y se reanudará el proceso penal en su contra, precisó el rotativo del sur de Florida.

Barahona y su esposa, Carmen, fueron arrestados después de que la patrulla de carreteras hallase en 2011 una camioneta aparcada a un lado de una autopista en West Palm Beachen cuyo interior se encontró a los niños, Víctor Barahona inconsciente, y su hermana gemela, Nubia, muerta en la parte trasera, ambos rociados de productos químicos. Los dos niños tenían 10 años en ese entonces.

La Policía del condado de Miami-Dade reveló poco después que la niña murió como consecuencia de los golpes que le propinó su padre adoptivo tres días antes de que su cuerpo, en estado de descomposición, fuera hallado en la camioneta de éste.

En 2020, Carmen Barahona se declaró culpable de asesinato en primer grado y cargos agravados de abuso infantil, y acordó con la Fiscalía, a fin de evitar la máxima pena, testificar contra su marido.

Según el informe policial, el 11 de febrero de 2011 los padres adoptivos trasladaron a la menor, atada de pies y manos, del baño de su residencia a la habitación de la pareja, donde Jorge Barahona supuestamente la pegó hasta causarle la muerte.

Víctor logró recuperarse en un hospital y relató a la Policía lo sucedido.

Los niños vivían con la pareja desde 2004 cuando el Departamento de Niños y Familia (DCF) separó a los menores de su padre biológico, que fue acusado de presunto abuso sexual a otra persona, mientras que la madre era adicta a las drogas, de acuerdo con las autoridades.

El DCF de Florida reconoció que la muerte de la niña evidenció que la supervisión de este organismo fue un “fracaso sistemático total”.

En 2017, el entonces gobernador de Florida, Rick Scott, firmó una ley que permitió indemnizar con 3.75 millones de dólares a Víctor Barahona, el sobreviviente de los malos tratos y abusos por parte de sus padres adoptivos.