Culpable hombre por asesinato que expuso el operativo "Rápido y Furioso"
Agentes federales permitían que delincuentes compraran armas para rastrearlas hasta las organizaciones criminales, pero las perdieron.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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Tucson, Arizona. Un hombre acusado de haber matado a tiros a un agente de la Patrulla Fronteriza en el desierto del sur de Arizona en 2010 fue declarado culpable el pasado martes de homicidio en primer grado, entre otros cargos.
Heraclio Osorio Arellanes también fue declarado culpable por el jurado de un tribunal de distrito luego de breves deliberaciones de cargos de homicidio involuntario, asociación delictuosa para afectar el comercio interestatal mediante el robo, intento de robo, agresión a cuatro agentes de la Patrulla Fronteriza y portar un arma de fuego durante un crimen violento.
Su audiencia de sentencia está programada para el 29 de abril.
El inculpado era una de siete personas encausadas por el asesinato del agente de la Patrulla Fronteriza Brian Terry, de 40 años, ocurrido al norte de la ciudad de Nogales, Arizona, el 14 de diciembre de 2010.
Osorio Arellanes fue detenido por las autoridades mexicanas en abril de 2017 y extraditado a Estados Unidos en agosto del año pasado para ser procesado.
El asesinato de Terry expuso el operativo “Rápido y Furioso”, en el que agentes federales de Estados Unidos permitían que delincuentes compraran armas de fuego con la intención de rastrearlas hasta las organizaciones criminales.
Sin embargo, el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos perdió el rastro de la mayoría de las armas, incluidas dos que fueron encontradas en el sitio de la muerte de Terry.
El operativo desató una tormenta política sobre el gobierno de Barack Obama y provocó que la familia del agente interpusiera una demanda.
Terry formaba parte de un equipo de cuatro hombres de una unidad élite de la Patrulla Fronteriza en el desierto del sur de Arizona que estaba en una misión para encontrar a los miembros de un grupo que robaba a narcotraficantes. Se encontraron a un grupo y se identificaron como agentes de la policía al tratar de arrestarlos.
Los hombres se rehusaron a detenerse y provocaron que un agente comenzara a dispararles con munición no letal. Los sospechosos respondieron con disparos de fusiles de asalto AK-47. Terry recibió un tiro en la espalda y falleció al poco tiempo.
Cinco de las siete personas encausadas en el asesinato de Terry cumplen sentencias de prisión tras declararse culpables o ser condenadas en el caso. Otro hombre fue detenido en octubre de 2017 y sigue esperando su juicio.