Washington. Negociadores del Congreso y la Casa Blanca reanudaron hoy las negociaciones en torno a un paquete de rescate de 1 billón de dólares, después de que el presidente Donald Trump montó en cólera contra los que cuestionan su manejo de la pandemia de COVID-19.

Fue un espectáculo extraordinario en Washington: mientras el poder legislativo aborda el emprendimiento federal más ambicioso hasta el momento para dar apoyo a los hogares y la economía, el jefe del ejecutivo descargaba la víspera su furia contra todos. Mientras tanto, en medio de una pandemia global y varias cuarentenas estatales, la población angustiada y aislada se prepara para los embates de una crisis de salud y una recesión inminente.

Trump, en un encuentro con la prensa en la Casa Blanca hoy, expresó optimismo de que el paquete de estímulo pueda ser acordado pronto.

“Todos están negociando y todo el mundo está trabajando arduamente y ellos quieren encontrar una solución que sea la solución apropiada. Creo que estamos muy cerca”, dijo Trump, continuando con el tono confiado sobre la capacidad del país de derrotar pronto la pandemia. “Vamos a celebrar una gran victoria en un futuro no muy distante”, dijo.

En el Capitolio, importantes funcionarios del Congreso y la Casa Blanca se reunieron el sábado para más negociaciones. El amplio paquete de ayuda con cheques para los estadounidenses que se quedaron repentinamente sin trabajo, dinero para hospitales y ayuda a la industria casi seguramente rebasará la cifra inicial de un billón de dólares. Combinado con otras acciones de la Reserva Federal, pudiera inyectar 2 billones de dólares a la economía, dijeron funcionarios el sábado.

El Senado se reunió en una rara sesión de fin de semana con el objetivo de preparar el paquete el sábado, realizar la primera votación el domingo y conseguir la aprobación el lunes. El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo el sábado que los negociadores están consiguiendo “avances importantes”, pero llamó a concluir las negociaciones. McConnell dijo que quería aprobar el paquete “Tan rápidamente como sea humanamente posible”.

Fue una posición compartida por el jefe de asuntos legislativos de la Casa Blanca, Eric Ueland, quien dijo a reporteros: “Necesitamos actuar con urgencia, necesitamos actuar con significado, necesitamos actuar con arrojo”.

A pesar de la gran presión sobre Washington para que tome medidas rápidamente, las dificultades saltan a la vista. En el Capitolio, legisladores y funcionarios de la presidencia trabajaron hasta avanzada la noche sobre sumas alucinantes e intervenciones federales, que superan incluso el rescate bancario y los estímulos de 2008-09.