Altos negociadores en el Capitolio concretaron un acuerdo hoy domingo sobre un paquete de apoyo por casi un billón de dólares para contrarrestar los efectos económicos del COVID-19, finalmente proporcionando ayuda a empresas e individuos y asignando dinero para la distribución de las ansiadas vacunas.

El acuerdo, anunciado por líderes en el Senado, establecería una prestación temporal adicional por desempleo de 300 dólares semanales y pagos directos de estímulo de 600 dólares a la mayoría de los estadounidenses, al igual que una nueva ronda de subsidios para las empresas duramente afectadas, dinero para las escuelas, para los proveedores de servicios de salud y para inquilinos que enfrentan deshaucio.

Se prevé que la cámara baja someta a votación el proyecto de ley el lunes, dijo una portavoz del líder de la mayoría demócrata en ese recinto legislativo, Steny Hoyer. La Cámara de Representantes aprobaría un proyecto provisional de ley de gastos por un día el domingo a medianoche para evitar un cierre gubernamental. El Senado probablemente también votará el lunes. Los legisladores están ansiosos de irse de Washington y concluir sus labores en un año tumultuoso.

“Habrá otro paquete de rescate de gran tamaño para el pueblo estadounidense”, dijo el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, al anunciar el acuerdo para un proyecto de ley de ayuda que sumaría casi 900,000 millones de dólares. “Está lleno de políticas específicas para ayudar a los estadounidenses en problemas que ya han aguardado demasiado”.

El acuerdo final es la mayor iniciativa de gastos hasta la fecha. Combina la ayuda por el COVID-19 con un plan de financiamiento por 1,400 billones para todo el gobierno y múltiples medidas adicionales sobre impuestos, la salud y la educación.

Se acerca su aprobación al tiempo que crecen los casos y fallecimientos por el coronavirus y se acumulan evidencias de que la economía está en apuros.

Decisiones de última hora limitarían la prestación adicional de 300 dólares semanales por desempleo — que equivalen a la mitad de la prestación federal adicional por desocupación proporcionada en marzo bajo la ley CARES — a 10 semanas en lugar de 16 semanas como antes. El pago directo de estímulo por 600 dólares a la mayoría de la gente es también de la mitad de lo que se pagó en marzo, sujeto a los mismos límites por nivel de ingresos en los que el pago individual para un individuo comienza a reducirse progresivamente para las personas que ganan 75.000 dólares anuales o más.