El padre de autor del tiroteo en Highland Park, a las afueras de Chicago y que acabó con la vida de siete personas el 4 de julio de 2022, se declaró culpable este lunes de varios delitos por conducta imprudente al firmar la tarjeta de propiedad de armas de su hijo.

El juicio contra Robert Crimo Jr. iba a comenzar este lunes pero el acusado se declaró culpable. El juez George Strickland aceptó el acuerdo de culpabilidad y lo condenó a cumplir 60 días de cárcel, 24 meses de libertad condicional, 100 horas de servicio comunitario además de retirarle su derecho a poseer armas.

Su hijo, Robert Crimo III, está acusado de disparar desde una azotea en Highland Park el 4 de julio de 2022, un suceso que acabó con la vida de siete personas y que dejó además medio centenar de heridos. Entonces tenía 21 años y hacía dos que tenía licencia de armas gracias a la ayuda de su padre.

En 2019, a los 19 años, Crimo III era demasiado joven para solicitar su propia licencia, según las leyes de Illinois, pero pudo hacerlo gracias al permiso que le otorgó su padre.

Según la Fiscalía, Robert Crimo Jr. decidió patrocinar a su hijo pese a que este había expresado públicamente amenazas de muerte y pensamientos suicidas y violentos.

Tras haber aceptado la culpabilidad por varios delitos menores, Robert Crimo Jr. fue hallado no culpable de otros siete delitos graves que conllevaban penas de prisión, uno por cada fallecido a manos de su hijo.

El juicio contra su hijo se espera que comience el próximo mes de diciembre. El estado de Illinois no contempla la pena de muerte. Si el sospechoso es hallado culpable, la ley obliga a que la pena sea de cadena perpetua sin posibilidad de acceder a libertad condicional.

Crimo afronta 117 cargos penales por asesinato en primer grado, tentativa de asesinato y agresión con agravante de arma de fuego.

El joven presuntamente se subió a una azotea cercana a un desfile por el Día de la Independencia de EE.UU., que se celebra el 4 de julio, y disparó indiscriminadamente más de 70 veces contra la multitud.

La Policía de Highland Park reveló que pasó semanas planeando el tiroteo y que se disfrazó con ropa de mujer para no levantar sospechas durante su huida. Fue detenido horas después del ataque, tras una breve persecución sin incidentes.

Los investigadores confirmaron que el sospechoso compró el arma del tiroteo, un rifle de alto calibre, de manera legal. Además tenía otras armas de fuego que también había adquirido legalmente y con las que se cree que contempló un segundo ataque que no se produjo.