Varios miembros del Tribunal Supremo estadounidense expresaron este lunes dudas sobre las polémicas leyes estatales de Texas y Florida que restringen la capacidad de las empresas dueñas de redes sociales de moderar comentarios y eliminar ciertas publicaciones políticas.

El máximo tribunal estadounidense celebró una audiencia de casi cuatro horas en la que los nueve jueces escucharon argumentos sobre si los Gobiernos estatales pueden establecer reglas sobre cómo las plataformas de redes sociales seleccionan el contenido.

Un caso que, según los expertos, analiza el alcance de la Primera Enmienda (la que protege la libertad de expresión) en la era de internet, y que podría tener implicaciones a nivel nacional para el futuro de la libertad de expresión a través de las redes.

“Tengo un problema con las leyes que son tan amplias que reprimen la expresión”, apuntó en la audiencia la jueza progresista Sonia Sotomayor.

En opinión de varios de los jueces, los estados violaron la Primera Enmienda con sus leyes al decirles a las plataformas que no podían moderar las publicaciones de sus usuarios, haciendo distinciones entre la censura gubernamental prohibida por la Primera Enmienda y las acciones de moderación de contenido de empresas privadas.

Por su parte, el juez conservador Samuel Alito mostró cierta inclinación a favor de las leyes y cuestionó si cuando una empresa de redes sociales restringe una opinión, eso no debería describirse como “censura” en lugar de “moderación de contenido”.

Las leyes de Texas y Florida nacieron tras una controversia política que se remonta a principios de 2021, cuando las grandes tecnológicas pusieron coto a los ultraconservadores tras el asalto al Capitolio y decidieron, entre otras medidas, suspender las cuentas en Twitter (ahora X) o Facebook del expresidente de EE.UU. Donald Trump.

Los estados conservadores impulsaron en 2021 normas para prohibir a las redes sociales suspender cuentas de usuarios por opiniones políticas, argumentando que las compañías tecnológicas estaban censurando los contenidos que querían colgar los usuarios, en muchos casos puntos de vista de la derecha.

Los grupos tecnológicos, entre los que se incluyen Facebook y Google, denunciaron primero ante tribunales federales y después ante el Supremo estas leyes, y pidieron que se bloqueen por considerar que son inconstitucionales y entran en conflicto con la primera enmienda.

Según análisis de la prensa estadounidense, tras la opinión dibujada por los jueces parece probable un fallo a favor de grandes plataformas como Facebook y YouTube, pero el Tribunal también podría decidir devolver los casos a los tribunales inferiores para responder preguntas sobre cómo se aplican las leyes a otros sitios como Gmail, Venmo, Uber y Etsy.

En el fondo de todo está la batalla entre los grupos conservadores y ultraconservadores con las compañías tecnológicas por el uso de las redes sociales para la expansión de sus ideas y de las falsas acusaciones de fraude electoral en los comicios presidenciales de 2020.