Los equipos de búsqueda han estado usando drones, sonares, micrófonos de alta sensibilidad y una serie de tecnologías nuevas y establecidas para buscar a personas en el edificio de apartamentos frente al mar cerca de Miami que colapsó.

¿Alguna de ellas ayudará?

Hasta el viernes se habían reportado cuatro decesos, pero todavía se desconocía el paradero de unas 160 personas, lo que hace temer que el total de muertes suba mucho.

¿Qué tecnologías han demostrado ser útiles?

Las tecnologías probadas más comunes para intentar localizar a sobrevivientes bajo escombros son la detección acústica y perros rastreadores.

Drones aéreos equipados con cámaras especiales y otros sensores pueden ser útiles para ver el colapso de cerca, sobre todo en las primeras fases de una búsqueda para que rescatistas sepan si es seguro entrar.

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Datos de smartphones y operadores de telecomunicaciones pueden mostrar si una persona desaparecida estaba en la zona, y dispositivos para detectar celulares pueden captar las señales de un teléfono, siempre y cuando no esté destruido.

Joana Gaia, profesora de ciencias y sistemas de gestión en la Universidad de Buffalo, dijo que es común que equipos de búsqueda usen radares y microondas que rebotan de objetos, y pueden identificar a personas y objetos. Dijo que es similar a la tecnología en los autos que pita cuando estás por golpear algo al ir en reversa.

Eso puede ser más útil que la geolocalización de teléfonos celulares, sobre todo cuando la velocidad es fundamental. En una situación de desastre, los datos solo son útiles si pueden interpretarse rápidamente.

“Los rescatistas operan desde una posición de velocidad más que de precisión”, comentó. “Piensan: ‘Si creo que ahí hay un cuerpo, no me importa qué tan precisa es la señal, solo voy a intentar rescatar a la persona’”.

¿Qué están usando los rescatistas de Miami?

Los equipos de búsqueda y rescate trabajaron durante la noche con la esperanza de detectar sonidos provenientes de los sobrevivientes.

Los equipos, que incluyen unos 130 bomberos, examinan la pila de escombros desde arriba y desde abajo en busca de cualquier señal de vida en lo que fue un ala de las torres Champlain Sur en Surfside, Florida.

Han dicho que usan sonares, cámaras y micrófonos sensibles. Pero los micrófonos no captarían gritos de auxilio si una víctima atrapada y fuera de vista está inconsciente, pero viva, porque no habrá ninguno.

Las comunidades circundantes han compartido drones y al menos una empresa envió un robot terrestre desde California para ayudar con la búsqueda.

“Una vez que llegas a campo subterráneo, la robótica terrestre se vuelve increíblemente útil”, dijo David Proulx, un vicepresidente de sistemas controlados remotamente en Teledyne FLIR, un contratista de defensa que se especializa en detección térmica. “Puede llegar de manera segura a donde los humanos no”.

¿Todavía usan perros?

Las operaciones de búsqueda y rescate usan dos tipos de perros para escenas de desastre, ambos entrenados para detectar olor humano, dijo Mark Neveayu, exmiembro de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos y experto en desastres.

Primero, están los perros que detectan olores de cuerpos vivos, pero cuando la operación de rescate se convierte en recuperación, entran al campo los perros que huelen cadáveres.

Un inconveniente con los perros es que tienden a cansarse con el tiempo y pueden confundirse.

Se están desarrollando dispositivos para rastrear sustancias químicas para que también detecten olores que los humanos no pueden, pero todavía no reemplazan a los perros. Hay laboratorios portátiles que pueden analizar rastros químicos y gases. Usan sensores para detectar humedad, bióxido de carbono o cualquier químico emitido a través de la respiración, como acetona o amoniaco, dijo Gaia.

“Es casi como un perro rastreador mecánico, que puede entrenarse para oler cosas que nosotros no podemos”, agregó.

¿Qué otras tecnologías resultarían útiles?

Drones y robots terrestres ya se usan en operaciones de rescate, pero las máquinas más sofisticadas siguen siendo costosas, difíciles de conseguir y rara vez son tan rápidas como los rescatistas humanos capacitados que las controlan. Eso podría cambiar conforme se vuelvan más inteligentes, más ágiles y una parte común de las operaciones de búsqueda y rescate.

“Será parte del paquete que tengan los rescatistas”, dijo Proulx. “La operación de esos drones y robots será cada vez más autónoma. Serán mucho más independientes y operarán como miembros del equipo más que como herramientas”.

Una tecnología disponible — pero que no estaba en la escena el viernes — es un radar de microondas desarrollado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y el Departamento de Seguridad Nacional que “ve” a través de bloques de concreto, detectando señales de la respiración humana y de los latidos del corazón.

Un prototipo salvó cuatro vidas después del sismo de 2015 en Nepal y fue usado dos años después en Ciudad de México. Sus creadores dicen que ofrece una ventaja sobre la acústica, el método usual para detectar a personas entre los escombros, porque los sitios de desastre tienden a ser ruidosos.

“El ruido no nos afecta y podemos ver a través del humo”, dijo Adrian Garulay, director general del Grupo Specs Ops, una empresa de Sarasota, Florida, que vende la tecnología bajo licencia. Aunque puede penetrar hasta 8 pulgadas de concreto sólido, no puede ver a través del metal, comentó. Usa una señal de microondas de baja potencia con alrededor de una milésima parte de la fuerza de una señal de celular, y surgió de los intentos de la NASA por desarrollar radios pequeños y de bajo costo para sondas espaciales.