Luego de que su gobierno ignorara una orden de un juez para frenar el envío de migrantes a El Salvador, el presidente estadounidense, Donald Trump, pidió la destitucion del juez que emitió esa orden, lo que le ganó una reprimenda del presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos, John Roberts.

En uno de sus acostumbrados estados publicados a través de su red social, Thruth Social, Trump declaró que fue elegido por una “abrumadora mayoría” y que su política migratoria “pudo haber sido la razón número uno” de esa victoria, lo que desautoriza la orden del juez James Boasberg, que bloqueó el traslado de los migrantes que serían enviados a El Salvador alegando que son miembros del peligroso grupo, Tren de Aragua.

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La orden del juez, sin embargo, no evitó que la administración de Trump enviara a los migrantes a las temidas cárceles de El Salvador.

En esta fotografía proporcionada por la oficina de prensa de la presidencia de El Salvador, guardias penitenciarios trasladan a presuntos pandilleros venezolanos, deportados de Estados Unidos, al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), en Tecoluca, El Salvador, el domingo 16 de marzo de 2025. (Oficina de prensa de la presidencia de El Salvador vía AP)
En esta fotografía proporcionada por la oficina de prensa de la presidencia de El Salvador, guardias penitenciarios trasladan a presuntos pandilleros venezolanos, deportados de Estados Unidos, al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), en Tecoluca, El Salvador, el domingo 16 de marzo de 2025. (Oficina de prensa de la presidencia de El Salvador vía AP) (The Associated Press)

Solo estoy haciendo lo que LOS VOTANTES querían que hiciera. Este juez, como muchos de los jueces corruptos ante los que me veo obligado a comparecer, ¡DEBERÍA SER DESTITUIDO!”, pidió el presidente en su plataforma.

Trump también describió al juez como un “lunático de la izquierda radical”.

El pedido de Trump fue prontamente respondido por el presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos, que le recordó al mandatario cómo funciona el proceso legal en el país que dirige.

“Durante más de dos siglos, se ha establecido que el proceso de destitución (impeachment, en inglés) no es una respuesta apropiada al desacuerdo relativo a una decisión judicial. El proceso normal de revisión en apelación existe para ese propósito”, dijo Roberts en un comunicado.

El movimiento de Roberts, que no suele emitir este tipo de comunicados, ha sido interpretado por la mayoría de analistas como una forma de frenar a Trump y a los suyos en sus peticiones de destituir a los jueces que fallan en su contra en un intento de seguir tensando los límites de la separación de poderes.

En 2018, el magistrado y el mandatario ya tuvieron un intercambio después de que el neoyorquino atacase a un juez que dictó en contra de su política de asilo.

Además de las críticas a algunos jueces, los seguidores de Trump han atacado a la magistrada del Supremo Amy Coney Barrett, que fue nombrada miembro de ese tribunal por el republicano en 2020, después de que esta votara junto a Roberts y los jueces liberales en contra de una de las medidas de la Administración para congelar fondos para ayuda internacional.