Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, en inglés) abandonaron su programa de monitoreo de COVID-19 en los cruceros, según informó la propia agencia de salud pública.

“A partir del 18 de julio de 2022, el Programa COVID-19 de los CDC para cruceros ya no está vigente y esta página ya no se actualizará”, expresa el mensaje que publicó la entidad en su portal web.

El manejo del virus en alta mar ahora queda completamente en manos de las líneas de cruceros.

“Los CDC continuarán publicando guías para ayudar a los cruceros a seguir brindando un entorno más seguro y saludable para los pasajeros, la tripulación y las comunidades en el futuro”, indicó la agencia.

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En enero pasado, los protocolos contra el COVID-19 para cruceros pasaron a ser voluntarios para las navieras, aunque muchas mantuvieron dichas guías. Los protocolos de salud incluían medidas especiales de limpieza, intentar evitar las aglomeraciones en zonas comunes de los barcos y pruebas de antígenos antes que los pasajeros subieran a bordo, entre otras. A pesar de ser un programa voluntario, los CDC vigilaban su ejecución.

Luego a finales de marzo, los CDC quitaron las advertencias que habían emitido sobre los viajes en crucero desde que comenzó la pandemia, dejándole a los pasajeros la decisión de si se sienten seguros de subir a un barco o no.

Es el más grande de la flota de Disney Cruise Line.

Los operadores de cruceros estaban obligados a alertar a los CDC sobre casos de COVID-19 a bordo de los barcos. La agencia mantenía un sistema de código de colores para clasificar los cruceros sobre la base del porcentaje de pasajeros que arrojaban positivo.

Las líneas de cruceros criticaron que su sector fue cerrado por la pandemia y que se le impusieron restricciones más severas que a otras industrias.

A pesar de exigir pruebas negativas y vacunación contra el COVID-19 para embarcar, no ha sido posible evitar los contagios entre cruceristas.