COLUMBUS, Ohio — Un cazador de tesoros marinos que pasó años prófugo tras negarse a dar su testimonio sobre oro que descubrió en un naufragio histórico se declaró culpable el miércoles de desacato de la corte.

Tommy Thompson, de 62 años, aceptó su culpa por el cargo penal de desacato ante una corte federal en Columbus.

Hace tres años desapareció en momentos en que le exigían que se presentara ante la corte. Él y Alison Antekeier, pareja suya durante mucho tiempo, fueron arrestados en enero en un hotel donde él vivía cerca de Boca Ratón, Florida.

Thompson ha enfrentado acusaciones de engañar a inversionistas desde que descubrió el S.S. América, conocido como el Barco de Oro, en 1988.

Ese navío de la fiebre del oro se hundió en 1857 durante un huracán frente a Carolina del Sur con miles de kilos del metal precioso a bordo.

Thompson, que en la época del descubrimiento se desempeñaba como ingeniero oceánico en el Instituto Battelle Memorial en Columbus, y su equipo extrajeron del mar miles de barras y monedas, muchas de ellas vendidas posteriormente a un grupo comerciante de oro por unos 50 millones de dólares en el 2000.

Los 161 inversionistas que le pagaron a Thompson $12.7 millones para hallar el buque nunca vieron las ganancias. Dos de ellos demandaron: el presidente de una firma de inversiones, ya fallecido, y la compañía que publica el periódico The Columbus Dispatch.

El acuerdo incluyó términos de la cooperación de Thompson tanto con el gobierno como con otras "partes interesadas en relación con el asunto", afirmó Ben Dusing, abogado de Thompson, la semana pasada.

En un comunicado, Dusing dijo esperar que el acuerdo extrajudicial sea un primer paso para poner fin a una década de demandas.

Antekeier también fue acusada de desacato penal la semana pasada. Su abogado Dennis McNamara dijo que ella también ha accedido a un acuerdo extrajudicial para reconocerse culpable al cargo.

Thompson estuvo detenido en Ohio durante varias semanas antes de ser extraditado desde Florida. Agentes policiales en ambos estados trabajaron más de dos años para rastrearlo.

El acusado tenía ocho tarjetas de identificación falsas cuando fue arrestado en 2008 en una gasolinera de Florida, dijo la policía. Después de que desapareció cuatro años más tarde, las autoridades hallaron evidencia en una mansión de Vero Beach que rentó entre 2006 y 2012, en la cual había teléfonos celulares desechables prepagados y fajos de billetes de $10,000, así como un libro llamado "Cómo vivir su vida sin que lo vean".