Varias cartas del abogado que representó legalmente al pastor de una megaiglesia en Texas que renunció después de que una mujer dijera que abusó sexualmente de ella cuando tenía 12 años, revelaron intentos por callar a la víctima y justificar al religioso.

Cindy Clemishire declaró a inicios de junio en una entrevista a The Dallas Morning News que conoció a Robert Morris en 1981, cuando comenzó a predicar en la iglesia de su familia en Oklahoma. La mujer dijo que Morris, su mujer y su hijo se hicieron muy amigos de su familia y que él estaba en su casa en 1982 cuando le pidió que fuera a su habitación. Le dijo que se tumbara en su cama y empezó a tocarla de forma inapropiada.

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Los abusos, según la víctima, continuaron durante los cuatro años y medio siguientes.

Ahora, varias misivas del representante legal de Morris que datan del 2007 fueron publicadas por NBC News. En ellas, el licenciado J. Shelby Sharpe culpa a la víctima de lo ocurrido.

“Fue su cliente”, escribió el licenciado Sharpe, refiriéndose a Clemishire cuando tenía 12 años, “quien inició un comportamiento inapropiado al entrar en la habitación de mi cliente y acostarse con él, lo que mi cliente no debería haber permitido que sucediera”.

Se alega que en las cartas, Morris ofreció pagar a la víctima unos $25,000 pero esta los rechazó porque no estuvo dispuesta a firmar un “acuerdo de confidencialidad”.

En junio, cuando se reveló el alegado patrón de abuso, Morris, de 62 años, dijo en una declaración a The Christian Post que cuando tenía poco más de 20 años estuvo “involucrado en un comportamiento sexual inapropiado con una joven en una casa en la que me estaba quedando”.

“Eran besos y caricias y no relaciones sexuales, pero estaba mal”, dijo en el comunicado.