Cambian de puesto a varios agentes del Servicio Secreto por el atentado contra Trump
El candidato republicano celebró el pasado miércoles con una seguridad reforzada su primer mitin al aire libre desde su intento de asesinato.
PUBLICIDAD
Varios miembros del Servicio Secreto pertenecientes a la oficina de Pittsburg o al equipo de seguridad de Donald Trump fueron reasignados a tareas administrativas por los fallos en el operativo de protección al expresidente, quien sufrió un intento de asesinato el 13 de julio en un mitin.
Según publican medios estadounidenses este viernes, los agentes, algunos involucrados en la planificación del mitin celebrado en Butler (Pensilvania) realizarán a partir de ahora tareas adminstrativas o trabajarán desde sus domicilios.
Uno de los involucrados, señala CBS News, es el jefe de la oficina de campo de Pittsburgh. Según Fox News al menos son cinco los afectados: un miembro del equipo de protección personal de Trump y cuatro miembros de la Oficina de Campo de Pittsburgh del Servicio Secreto.
La división de asuntos internos del Servicio Secreto sigue investigando cómo un joven de 20 años pudo disparar ocho tiros desde un tejado cerca de donde Trump (2017-2021) estaba dando un mitin al aire libre y herir al expresidente en la oreja.
La entonces directora del Servicio Secreto estadounidense, Kimberly Cheatle, acabó dimitiendo diez días después por los errores en la seguridad en ese encuentro y después de haber afirmado que ese intento de asesinato supuso el “mayor fallo operativo” de la agencia “en décadas”.
La semana pasada se supo que el Servicio Secreto ha aprobado un plan para incrementar la seguridad de Trump que incluye el uso de pantallas de vidrio blindado. Normalmente, esas láminas a prueba de balas solo se proporcionan a los presidentes y vicepresidentes cuando se considera necesario en apariciones al aire libre.
El candidato republicano celebró el pasado miércoles con una seguridad reforzada su primer mitin al aire libre desde su intento de asesinato.
El escenario elegido fue la ciudad de Asheboro, en el estado clave de Carolina del Norte y donde Trump estuvo protegido por las mencionadas láminas de cristales antibalas.