California investiga a policía por matar a hispano de 22 años por pensar que tenía un arma
El deceso de Sean Monterrosa se convirtió en la decimoséptima muerte a manos de la uniformada de Vallejo desde 2011.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Los Ángeles. El fiscal general de California, Xavier Becerra, anunció este viernes que revisará de manera exhaustiva el uso de la fuerza letal por parte de la Policía de Vallejo, al norte del estado, luego de que oficiales de esta dependencia se vieran envueltos en una serie de tiroteos que terminaron con la vida del joven Sean Monterrosa.
El hispano, de 22 años, falleció la madrugada del martes después de que las autoridades respondieran a una denuncia sobre un saqueo en una farmacia Walgreens, en medio de las protestas por la muerte del afroamericano George Floyd en Minneapolis.
Según el jefe de policía de Vallejo, Shawny Williams, el joven se encontraba de rodillas y "se volvió bruscamente hacia los oficiales, agachándose y moviendo sus manos hacia el área de su cintura cerca de lo que parecía ser la culata de una pistola”.
Un oficial que estaba sentado en un vehículo sin marcar le disparó cinco balas al joven a través del parabrisas del carro.
Williams explicó en una conferencia de prensa este miércoles que el oficial creía que tenía un arma. Sin embargo, el hispano solo tenía un martillo en el bolsillo.
El deceso de Monterrosa se convirtió en la decimoséptima muerte a manos de la policía de Vallejo desde 2011.
El nombre del agente que disparó no fue revelado, pero Williams dijo que lleva 18 años en el departamento.
La muerte del joven ha reavivado las protestas contra ese departamento y los llamados a supervisión.
“Cuando nuestras comunidades hablan, debemos escuchar, y, en los últimos días, personas de todo California y la nación, y en Vallejo, se han unido valientemente para hacer oír su voz”, dijo Becerra en un comunicado.
El año pasado la policía de Vallejo estuvo en el ojo del huracán tras disparar contra Willie McCoy, un joven afroamericano de 20 años que se había quedado dormido en su automóvil en un corredor de auto servicio de un restaurante de Taco Bell de esa ciudad.
El vídeo de las cámaras de los oficiales revelaron que el joven tenía una arma cerca a él. Seis oficiales dispararon 55 balas en 3.5 segundos contra McCoy, instantes después que parecía haber despertado.
Tras una investigación la ciudad determinó que el asesinato de McCoy en febrero de 2019 fue "razonable" a pesar de la indignación generalizada por las perturbadoras imágenes de la muerte, del joven que había quedado huérfano a los 12 años.
En una entrevista de la cadena ABC a la familia de Monterrosa, su hermana Ashley dijo que “la policía había ejecutado a su hermano”.
También criticó el hecho de que se enteraron de la muerte del joven por parte de la novia, y nunca la policía los llamó.
Becerra subrayó que la revisión de procedimientos a este departamento “es solo un primer paso en nuestra lucha más amplia por la justicia racial. Todos debemos hacer nuestra parte, y debemos hacerlo ahora”.