Caimanes juegan un papel clave en la restauración de los Everglades de Florida
Los caimanes estuvieron en peligro de extinción hace medio siglo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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El caimán americano (Alligator mississipiensis) juega un papel clave como “ingeniero de humedales” en la restauración de los Everglades, en Florida (EE.UU.), al “alterar el ciclo de nutrientes y mantener el ecosistema saludable”, según un estudio científico publicado recientemente.
“Los caimanes cambian radicalmente el ecosistema que los rodea para aprovechar al máximo los cambios estacionales en los niveles del agua, y eso es bueno para los humedales”, señala una de la conclusiones del estudio divulgado en el Journal for Animal Ecology y dirigido por Bradley Strickland, antiguo alumno de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
La investigación encontró que los caimanes, cuando “cavan hoyos para llenarlos de agua, brindan refugio a los peces y la vida silvestre frente a la caída del nivel de agua en la estación seca”.
Estos estanques proporcionan al caimán, a su vez, “un suministro constante de alimento y un lugar para aparearse”.
Con el fin de evitar que estos estanques se llenen de vegetación, los caimanes “usan sus hocicos, garras y colas para mover sedimentos y nutrientes”, algo que enriquece el suelo, como lo demuestran los altos niveles de nutrientes medidos en estos pantanos, en comparación con otros estanques circundantes.
Estas conclusiones confirman que los caimanes hacen algo más que cuidarse de sí mismos cuando forman estanques en humedales como el de los Everglades, un gigantesco y delicado ecosistema de 1.5 millones de acres (607,500 hectáreas) declarado reserva natural que prácticamente ocupa todo el sur de Florida.
“Comprender las diversas funciones ecológicas de los depredadores como los cocodrilos garantizará que tengamos el conocimiento para proteger nuestros ecosistemas en el futuro”, dijo Strickland en un comunicado divulgado por FIU este lunes.
Strickland, junto con los científicos de FIU Mike Heithaus y Peter Flood; Jeffrey Kline, del Parque Nacional Everglades; Frank Mazzotti, de la Universidad de Florida, y Joel Trexler, de la Universidad Estatal de Florida, descubrieron que “los movimientos de extracción de los caimanes también pueden evitar que las comunidades de organismos formadas por bacterias y hongos se formen en grandes esteras sobre el área”.
Los caimanes estuvieron en peligro de extinción hace medio siglo, y, aunque su población se ha estabilizado, sus ecosistemas siguen amenazados por la acción humana y el cambio climático.
Esta última investigación se suma a la creciente evidencia de las muchas formas en que los depredadores “preservan la salud y la estabilidad de ecosistemas completos”.
Hace casi 10 años, los investigadores de FIU, dirigidos por Heithaus, “fueron los primeros en identificar las funciones que cumplen los tiburones en el mantenimiento de la salud y la biodiversidad de los ecosistemas de arrecifes de coral y pastos marinos”.
Y, aunque sus funciones son diferentes, “los caimanes han demostrado ser igualmente importantes como ingenieros de ecosistemas”, añade el comunicado.
“Este es otro ejemplo del importante papel que pueden desempeñar los depredadores en sus ecosistemas además de comer presas”, dijo, por su parte, Heithaus, quien también desempeña el cargo de decano ejecutivo de la Facultad de Artes, Ciencias y Educación de FIU.
“A menudo, los depredadores son algunas de las primeras especies dañadas por la actividad humana, por lo que es esencial que encontremos formas de proteger e incluso restaurar sus poblaciones”, advirtió el científico.
El estudio alerta sobre el desconocimiento a menudo en los planes de restauración del “papel clave que juegan los animales en la ingeniería de hábitats y la influencia en los procesos de los ecosistemas”.
En ese contexto, los caimanes son un indicador importante del éxito de la restauración de los humedales, pero hacerlo sin estos “ingenieros de ecosistemas” implica el riesgo de “no recuperar funciones y servicios ecológicos fundamentales”.