El precio del bitcoin cayó el jueves por la mañana por debajo de los 50,000 dólares, después de que el director general de Tesla, Elon Musk, tuiteó que el fabricante de automóviles eléctricos dejaría de aceptar la moneda digital como pago por sus vehículos.

Musk citó el miércoles preocupaciones ambientales por el cambio de política. “Nos preocupa el rápido aumento del uso de combustibles fósiles para la creación de bitcoins y sus transacciones, especialmente el carbón, que tiene las peores emisiones de cualquier combustible”, dijo Musk en Twitter. Añadió que la criptomoneda es una “buena idea en muchos niveles”, pero dijo sus promesas no pueden evitar tener un “gran costo para el medio ambiente”.

También dijo que Tesla no venderá ninguno de los bitcoins que posee.

El precio de bitcoin cayó a 49,880 dólares en las operaciones matutinas del jueves, la primera vez que baja a menos de 50,000 desde principios de marzo. Las acciones de Tesla bajaron 4.4% el miércoles.

Tesla anunció en febrero una inversión de 1,500 millones de dólares en bitcoins y dijo que “pronto” aceptaría la moneda digital como pago por sus vehículos. Tesla tenía hasta el 31 de marzo 2,480 millones de dólares invertidos en bitcoins, de acuerdo con documentos del mercado de valores.

La creación y el manejo de los bitcoins dependen de las computadoras, las cuales dependen a su vez de la electricidad para existir. La cantidad de computadoras y la energía necesaria para alimentarlas está aumentando, así que el valor creciente de las monedas digitales está relacionado directamente con la cantidad de energía que utilizan.

Los llamados “mineros” de bitcoins los desbloquean resolviendo acertijos únicos y complejos. A medida que aumenta el valor del bitcoin, los acertijos se vuelven cada vez más difíciles y se requiere más potencia de las computadoras para resolverlos. Los cálculos sobre la cantidad de energía que usa el sistema de bitcoins varían.

Un estudio en 2019 realizado por la Universidad Técnica de Múnich y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT por sus iniciales en inglés) concluyó que, a fines de 2018, toda la red bitcoin era responsable de hasta 22,9 millones de toneladas de CO2 por año, similar a una gran ciudad occidental o todo un país en desarrollo, como Sri Lanka. Las emisiones globales totales de gases de efecto invernadero provenientes de la quema de combustibles fósiles fueron de aproximadamente 37.000 millones de toneladas el año pasado.