Phoenix. La organización nacional Mi Familia Vota ha estado involucrada desde hace tiempo en cuestiones de derechos electorales y en otras gestiones de compromiso cívico en Estados Unidos, pero este año añadió una nueva iniciativa: reclutar trabajadores electorales bilingües.

El grupo con sede en Phoenix se unió a organizaciones activistas, grupos sin fines de lucro e incluso negocios a lo largo y ancho del país que tratan de persuadir a los jóvenes para que trabajen en centros de votación, sobre todo si son bilingües.

El coronavirus ha cambiado la forma en la que los funcionarios electorales reclutan a los trabajadores, quienes generalmente eran adultos de más edad y que por lo tanto son más vulnerables a desarrollar síntomas graves del COVID-19.

Mediante campañas digitales de reclutamiento y con el respaldo de celebridades, varios grupos promueven los puestos como algo fundamental para la democracia. Empresas grandes como Old Navy también se han unido, ofreciendo a sus empleados tiempo libre remunerado para trabajar en los centros electorales.

Eduardo Sainz, director de Mi Familia Vota en Arizona, dijo que garantizar que los trabajadores electorales puedan comunicarse en español es algo fundamental incluso en un estado en el que la mayoría de las personas vota por correo o deposita su sufragio en las urnas electorales. Los votantes nuevos parecen particularmente reacios a confiar su voto al Servicio Postal.

“Una y otra vez, debido a las barreras de lenguaje o a la intimidación, nuestra comunidad fue rechazada en las urnas”, comentó Sainz.

El grupo ha recurrido a sus seguidores en las redes sociales y se ha asociado con la cadena televisiva Univision para alcanzar su objetivo de reclutar a 200 trabajadores hispanohablantes en los condados de Pima y Maricopa.

“Necesitamos asegurarnos de que se contabilice la papeleta de cada votante y de que ninguno sea rechazado. Eso significa invertir y tener individuos que sean culturalmente competentes y hablen varios idiomas”, dijo Sainz.

Eso será particularmente importante en un año que se tiene previsto registre una participación récord de votantes latinos elegibles, de unos 32 millones de acuerdo con el Centro de Investigación Pew. Datos del censo muestran que alrededor de 12,6 millones de latinos votaron en 2016 en las elecciones generales, o alrededor del 47% de esos elegibles para votar. En Arizona, los latinos representan casi un cuarto de los votantes registrados.

Andria Bibiloni, estudiante de Derecho en Filadelfia, se convirtió en trabajadora electoral por primera vez en junio, durante las primarias de Pensilvania, luego de recibir un correo electrónico de un grupo activista la noche anterior. Adicionalmente, el grupo buscaba desesperadamente a 100 trabajadores debido a una escasez inesperada. Para las 6:30 de la mañana al siguiente día, Bibiloni, puertorriqueña de Nueva York y que habla español, fue asignada a un centro de votación.

Dijo que nunca fue necesario recurrir a sus herramientas de idioma porque ningún votante solicitó un intérprete, pero se dio cuenta de toda la ayuda que los votantes necesitan en los centros.

“Definitivamente me enteré cómo la gente es muy propensa a simplemente a presentarse sin haber hecho su tarea antes”, comentó.