Buscan confinado y un cómplice tras fugarse de un hospital en Idaho
Tres oficiales resultaron heridos de bala durante el ataque para liberar al prófugo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
PUBLICIDAD
Un miembro de una banda de supremacistas blancos de una prisión de Idaho y un cómplice que organizó un descarado ataque nocturno para liberar al recluso mientras era trasladado desde un hospital en Boise, Idaho, seguían prófugos, informó la policía.
Tres funcionarios de prisiones resultaron heridos de bala -dos por el cómplice y uno por la policía que respondió- durante el ataque en la zona de ambulancias del Centro Médico Regional Saint Alphonsus.
La policía de toda la región buscaba al presunto autor de los disparos -aún sin identificar el miércoles por la tarde-, así como al recluso fugado, identificado como Skylar Meade, miembro de una banda de supremacistas blancos. Meade, de 31 años, fue condenado a 20 años en 2017 por disparar contra un sargento del sheriff durante una persecución a alta velocidad.
Relacionadas
La pareja huyó en un sedán gris de cuatro puertas, posiblemente un Honda Civic, con matrícula de Idaho, dijo la policía.
El ataque ocurrió a las 2:15 a.m., cuando los oficiales del Departamento Correccional de Idaho se preparaban para llevar a Meade de vuelta a la prisión. El director del Departamento, Josh Tewalt, dijo durante una conferencia de prensa el miércoles por la tarde que Meade fue trasladado al hospital a las 9:35 p.m. del martes, después de que tuviera un “comportamiento autolesivo” y el personal médico determinara que necesitaba atención de emergencia.
Un agente herido de bala por el sospechoso se encontraba en estado crítico pero estable, según la policía, mientras que el segundo agente herido presentaba lesiones graves pero que no ponían en peligro su vida. El tercer funcionario de prisiones herido también sufrió lesiones que no ponían en peligro su vida, cuando un agente que acudió al lugar -creyendo erróneamente que el tirador seguía en urgencias y viendo a una persona armada cerca de la entrada- abrió fuego.
“Este ataque descarado, violento y aparentemente coordinado contra el personal del Departamento Correccional de Idaho para facilitar la fuga de un recluso peligroso, se llevó a cabo justo delante del Departamento de Urgencias, donde la gente acude en busca de ayuda médica, a menudo en las peores circunstancias”, declaró por escrito el jefe de policía de Boise, Ron Winegar.
Meade, de 1.70 metros (cinco pies y cinco pulgadas) y 68 kilos, tiene tatuajes en la cara con los números 1 y 11, por A y K, la primera y la undécima letra del alfabeto, que representan a la banda de los Caballeros Arios a la que estaba afiliado, dijo Tewalt. Las fotos publicadas por la policía también mostraban una A y una K tatuadas en su abdomen.
Meade había estado recluido en un tipo de aislamiento denominado segregación administrativa en la Institución de Máxima Seguridad de Idaho, en Kuna, a unos 19 kilómetros al sur de Boise, porque los funcionarios consideraban que representaba un grave riesgo para la seguridad, dijo Tewalt.
Meade fue escoltado en la ambulancia y en el hospital por dos agentes uniformados y desarmados que llevaban chalecos antibalas, seguidos por personal armado, dijo Tewalt. Según el procedimiento estándar para transportar a un preso de alto riesgo. Los guardias desarmados van a cada lado del preso mientras un guardia armado le sigue, dijo.
Las autoridades no dijeron qué medidas de seguridad había cuando Meade abandonó el hospital, ni si iba esposado, con grilletes o caminando por su cuenta. El ataque se produjo en medio de una ola de violencia armada en hospitales y centros médicos, que han luchado por adaptarse a las amenazas.
Un portavoz de Saint Alphonsus dijo que el tiroteo se produjo en la zona de ambulancias de su servicio de urgencias.
“Todos los pacientes y el personal están a salvo, el campus del centro médico está a salvo y seguro, y ha reanudado su funcionamiento normal. El Departamento de Emergencias se encuentra actualmente bajo cierre temporal, mientras que el Departamento de Policía de Boise completa la investigación”, dijo Leticia Ramírez el miércoles por la mañana, en un comunicado.
Como medida de precaución adicional, “hemos aumentado la seguridad en el campus, todas las entradas al hospital estarán cerradas” y vigiladas por la seguridad del hospital hasta nuevo aviso.
Ramírez declinó hacer comentarios cuando se le preguntó por Meade, remitiéndose al departamento de policía.