Boricuas en Orlando se preparan para enfrentar al huracán Ian
Lolita Ramos, de padres oriundos de Aguas Buenas, confesó sentirse ansiosa ante el paso del fenómeno, máxime al palpar la escasez de agua en los supermercados.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Orlando, Florida. José Quintero nunca arríe la monoestrellada que ondea frente su casa. Ha vivido en Orlando por los pasados cinco años y la bandera cementada frente a su hogar es una de las muchas maneras que plasma su orgullo boricua.
Sin embargo, anoche dio su brazo a torcer en anticipo de los fuertes vientos que arrastraría el huracán Ian, cuyos vientos y lluvias impactarán fuertemente a Tampa Bay antes de continuar su trayectoria feroz hacia el centro de Florida como tormenta tropical.
En víspera de los primeros indicios del ciclón, el corozaleño aseguró estar preparado, pues comenzó a comprar paquetes de agua embotellada desde la semana pasada. Dejándose llevar por los boletines del tiempo, abarrotó su alacena hasta tener suficientes suministros para hacerle frente al fenómeno venidero. También se aseguró de prender su pequeño generador diariamente y sellar sus ventanas. Ahora, le toca transmitirle paz a su esposa, nieta y madre de 94 años, quienes esperan la tormenta con ansias.
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“Nosotros estamos preparados para cosas así, pero hasta que no caiga al punto nadie está (completamente) preparado. (Pero,) yo le tengo más temor al temblor de tierra y a los terremotos y cosas así. Esto es un huracán. Después de que no suban (los vientos) a 130 (millas por hora) estamos bien”, dijo Quintero, quien vivió más de 50 años en New Jersey y perteneció a la patrulla de la Guardia Civil de la Fuerza Aérea y el Community Emergency Response Team (CERT).
Por su parte, Lolita Ramos, de padres oriundos de Aguas Buenas, confesó sentirse ansiosa ante el paso del fenómeno, máxime al palpar la escasez de agua potable en los supermercados. Fueron muchos los viajes que tuvo que emprender para encontrar dos galones en un supermercado local latino.
“Me siento con un poquito de ansiedad, porque (en) muchas de las tiendas no hay agua y, pues, es un poco fuerte. Va a ser la primera tormenta severa así que voy a pasar desde que mudé de Nueva York acá, ‘so’ quiero prepararme lo más que yo pueda”, confesó al salir del supermercado con los galones en mano y varias latas de salchichas enlatadas.
“Estoy loca que ya pase. Ya yo quiero que esto pase. Pero, la anticipación como que me tiene bien nerviosa”, añadió al asegurar que pasará la tormenta junto a su mamá.
Así como Quintero y Ramos, Evelyn Cirino Osorio, loiceña que lleva más de 20 años en Orlando, no solo cuenta con suministros para lidiar con la inminente interrupción de servicio de energía eléctrica y de agua potable, sino también designó cuatro áreas en su casa ante la posibilidad de tener que refugiarse de un tornado.
“A mí desde que me avisan que hay un vientito de 20 millas ya yo estoy dando vueltas. ¿Qué es lo que hay que dejar (y) qué es lo que hay que guardar? No es el primer (huracán) que paso, porque yo pasé a Charley en el 2004″, resaltó tranquilamente desde el sillón de su casa.
Cirino Osorio recalcó, además, que gran parte de su serenidad de cara a la tormenta se debe a la rápida respuesta gubernamental ante emergencias, respuesta que diferenció con la de la Isla.
“Me siento más segura (aquí) que estando en Puerto Rico en cuestión de huracanes. Fui (a Puerto Rico) a los dos años (del paso del huracán) Hugo y veía que la recuperación fue bien lenta, bien lenta. En realidad, yo aquí (en Orlando) me siento bien cómoda… y no me da tanto temor (como) en Puerto Rico”, aseguró al mostrar sus abastos de agua, comida enlatada y su mochila de emergencias ya preparada.
Estoy loca que ya pase. Ya yo quiero que esto pase. Pero, la anticipación como que me tiene bien nerviosa.
-Lolita Ramos
Empero, no todos los boricuas en la diáspora consideran que la tormenta sea tan potente como lo advierten los meteorólogos. Así es el caso de José Díaz.
“Yo no me preparo para eso, porque yo no le tengo miedo a eso”, confesó el puertorriqueño natural de Guaynabo. “Yo estoy tranquilo hasta que llegue (el huracán), porque si me pongo ahora me enfermo”, manifestó.
Díaz aseguró que su poca preparación se debe a que, cuando pasó el huracán Charley en el 2004, trabajaba en un hotel donde “no pasé hambre, hubo luz y todo”. A diferencia, señaló que en Puerto Rico la inestabilidad de la red eléctrica exacerba cualquier emergencia.
Medidas del condado de Orange
Desde la tarde del martes, los condados de Orange -donde ubica Orlando-, Osceola, Okeechobee, Seminole y Lake estaban bajo una advertencia de huracán, ya que se esperan condiciones de ciclón dentro de las próximas 36 horas.
Mientras, el Servicio Nacional de Meteorología (NWS, en inglés) de Melbourne emitió una alerta de tornado para gran parte de Florida, incluyendo los condados de Indian River, Martin, St. Lucie y Okeechobee.
Según las autoridades municipales, la lluvia es la principal amenaza, pues algunas áreas podrían recibir entre 12 a 18 pulgadas de precipitación.
Es por esto que los bomberos del condado de Orange se dirigirán este miércoles a todos los parques de casas móviles para exhortar a los residentes a que se queden con familiares o amigos durante la tormenta.
Entretanto, las brigadas de Obras Públicas y personal de la Oficina del Alguacil identificarán áreas propensas a inundaciones en las calles y cerrarán carreteras, incluyendo un tramo de Reams Road- desde Bay Court hasta el estacionamiento de Disney- a partir de las 9:00 a.m. hasta nuevo aviso.
Otras áreas propensas a inundaciones son: Lakes of Windermere en Peachtree-Reams Road, Oasis-Reams Road, Orla Vista/Westside Manor y Bonny Brooke-Oakridge/John Young.
“Se recomienda que los residentes consideren evacuar las áreas propensas a inundaciones lo antes posible”, instó el condado en comunicado de prensa.
Los cinco refugios estarán abiertos a residentes el miércoles. De estos, en las escuelas Apopka, Oak Ridge y Timber Creek se permitirán que dueños de mascotas lleven a sus animales. Pero, en las escuelas Dr. Philips y Ocoee no se admitirán animales.
El recogido de desperdicios sólidos se suspenderá hasta nuevo aviso, mientras que los servicios de las oficinas del condado, los centros Head Start, la División de Servicios para Animales del Condado de Orange (OCAS, en inglés) y los parques y áreas de recreación abrirán nuevamente el viernes, 30 de septiembre. En el caso de OCAS, el personal se refugiará en el lugar para monitorear y cuidar de las mascotas durante la emergencia.
Por otra parte, los funcionarios del condado anunciaron que no se podrá acampar en los parques Kelly, Magnolia, Moss ni Trimble hasta nuevo aviso.
Los residentes del condado de Orange que requieran necesidades especiales o refugio médico deben comunicarse al 3-1-1 o 407-836-3111.