Nueva York. A partir de este 1 de julio Connecticut se convierte en el primer estado en la nación en regalar bonos de 3,200 dólares a los bebés que nazcan en hogares de bajos recursos económicos, sin importar el estatus migratorio de los padres.

Se estima que cada año unos 16,000 niños se beneficiarán al nacer del bono, que podrán reclamar cuando cumplan los 18 años, y mientras tanto irá aumentando su valor.

Los beneficiarios tendrán desde los 18 años y hasta los 30 para reclamar su bono o, en caso contrario, este pasará a manos del estado.

Su proponente, el tesorero del estado, Shawn Wooden, señaló que esta iniciativa será “clave” para romper el ciclo de pobreza en las familias afroamericanas y latinas porque en 18 años el fondo podría acumular hasta cerca de 11,000 dólares, que podrán usar en sus estudios, la compra de una casa o invertir en un negocio.

Mientras tanto, las cuentas serían administradas e invertidas por la oficina del tesorero.

El fondo inicial para estos “bonos de bebés” es de 50 millones de dólares al año durante los próximos diez años, comentó el representante demócrata Geraldo Reyes, presidente del Caucus Puertorriqueño y Negro.

“Me gustó mucho este proyecto y fue uno de los más importantes para nosotros después de los bonos para el desarrollo económico y de trabajo en Connecticut”, dijo Reyes.

El propio demócrata explicó que él mismo creció en la pobreza y que a los 18 años “no contaba ni con mil dólares para estudiar”, y que el haber contado con un fondo como este le hubiese ayudado en ese propósito.

Para calificar a la ayuda, el fondo establece una base máxima de 45,000 dólares de ingresos al año cuando se trata de familias monoparentales y de 57,000 para las parejas, explicó Reyes sobre este proyecto que forma parte de HUSKY, como se conoce en el estado al programa de servicios médicos para personas de bajos recursos Medicaid.

Indicó, además, que todos los hijos de una familia pueden recibir el bono si cumplen con los requisitos, que no incluyen el tener estatus migratorio legal en el país.

“Una cosa que me hizo favorecer el proyecto es lo de la brecha de riqueza racial. Una familia blanca tiene cinco veces más que una familia hispana y ocho veces más que una afroamericana”, destacó.

También, señaló que, aunque el dinero no está disponible hasta los 18 años, existen otras ayudas que las familias de bajos recursos pueden solicitar.

“Esto ocurre en un momento crítico en la historia de nuestro estado, ya que la brecha de riqueza y las disparidades económicas solo se han exacerbado como resultado de la pandemia y han impactado de forma desproporcionada a las comunidades de color”, señaló Wooden.