ALBANY, Georgia. El expresidente Bill Clinton instó el domingo a feligreses en Albany, Georgia, a respaldar la campaña de la vicepresidenta Kamala Harris para el cargo que él ocupó alguna vez.

“Unir a la gente y construir, ser reparadores de la ruptura, como dice Isaías; esas son las cosas que funcionan”, manifestó Clinton. “Culpar, dividir, humillar... eso da muchos votos en la época electoral, pero no funciona”.

Aunque la iglesia bautista Monte Sion no estaba totalmente llena, un nutrido grupo de personas recibió a Clinton con una ovación de pie. Muchos de los asistentes eran ya mayores, pero había algunos jóvenes dispersos en las bancas.

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“Pienso que fue un gran avance para el suroeste de Georgia que el expresidente nos honrara hoy con su visita a la ceremonia religiosa y difundiera el mensaje sobre el voto, especialmente entre los jóvenes”, dijo Takisha Campbell.

Georgia es uno de los siete estados considerados fundamentales en la contienda presidencial de este año, y los sufragios de los votantes negros podrían ser la clave para que los demócratas obtengan los 16 votos electorales del estado.

El demócrata Joe Biden ganó Georgia frente al entonces presidente Donald Trump en 2020, por una diferencia de 11,779 de los más de 5 millones de votos emitidos. Esa fue la primera vez que un demócrata ganaba el estado desde la victoria de Clinton en 1992. Cuatro años después, Clinton perdió el estado ante el republicano Bob Dole, pero consiguió la reelección.

En 1992, Clinton y el entonces senador Al Gore hicieron una campaña en autobús por todo el suroeste de Georgia para cortejar a los votantes rurales. Harris y el gobernador de Minnesota, Tim Walz, adoptaron el mismo enfoque este año cuando visitaron Savannah y el condado de Liberty en el sureste del estado, pero no viajaron al oeste.

Albany es un punto histórico en el movimiento por los derechos civiles. En el templo Monte Sion, Clinton recordó cuando la política estaba menos polarizada y lamentó que el ambiente político haya sido envenenado con desinformación.

Se refirió a la publicación en la red social X de la representante Marjorie Taylor Greene, en la que dice que los demócratas provocaron el huracán Helene, que arrasó el sureste de Estados Unidos el mes pasado. Y dijo que el compañero de fórmula de Trump, JD Vance, que se negó repetidamente a reconocer la derrota de Trump en 2020, era “incondicional” a Trump.

Clinton pregonó los logros y las promesas de Harris, incluida su participación en el trabajo de Biden para reducir los costos de la insulina y reanimar la economía. Dijo que ella allanaría el camino para una mayor oportunidad económica, mencionando su plan de proporcionar apoyo financiero a quienes adquieren una vivienda por primera vez.

Regina Whearry, que asistió a la ceremonia, dijo que le habría gustado que más gente se hubiera enterado que el expresidente asistiría. Pero agradeció la forma en que Clinton abordó la política y las escrituras.

“Era muy necesario porque, en esta área, tenemos muy poca participación electoral, especialmente entre nuestros varones negros”, dijo Whearry.

Los demócratas consideran que Clinton es alguien que puede movilizar a los votantes rurales y a los negros. Pero, aunque el expresidente fue reconocido por su popularidad en las comunidades negras del sur, aún está por verse si todavía puede inspirar a los votantes negros a medida que envejece la población familiarizada con su presidencia. Sin embargo, no dudó en describir lo que está en juego en la contienda de este año.

“Todas estas elecciones y el futuro del país serán resultado de lo que las personas que estaban un tanto indecisas sobre votar hagan en las próximas tres semanas y media”, dijo Clinton. “Es lo más descabellado que he visto”.