El presidente Joe Biden se mantuvo lejos del tribunal donde su hijo Hunter fue juzgado por delitos graves de posesión de armas para evitar cualquier apariencia de intromisión, pero su rápida reacción al veredicto de culpabilidad del jurado emitido el martes indica puso de manifiesto dónde ha estado su corazón todo el tiempo.

“Jill y yo amamos a nuestro hijo, y estamos muy orgullosos del hombre que es hoy”, escribió Biden. “Muchas familias con algún ser querido que ha luchado contra la adicción comprenden el sentimiento de orgullo cuando ven que alguien a quien aman sale adelante y se muestra tan fuerte y resiliente en su recuperación”.

Tras el anuncio del veredicto, la Casa Blanca canceló la sesión informativa programada de la secretaria de Prensa, Karine Jean-Pierre, y anunció que Biden hablaría por la tarde en Delaware.

Asesores y aliados de Biden habían mostrado su preocupación en privado por el costo que tendría un veredicto de culpabilidad para el presidente, de 81 años, cuya vida pública ha estado entrecruzada con la pérdida personal. Señalan que el presidente está menos preocupado por cualquier costo personal o político en el que pudiera incurrir que como el padre de un hijo que, apenas hace unos años, logró salir de las garras de una grave adicción a las drogas.

El veredicto se emitió poco antes de que el presidente pronunciara un discurso sobre los esfuerzos de su gobierno para limitar la violencia provocada por armas de fuego y endurecer la aplicación de las leyes relacionadas con las mismas, en una conferencia organizada por el Fondo Everytown de Acción para la Seguridad de Armas de Fuego, en Washington.

De ahí, Biden viajará a su casa en Delaware el martes por la tarde, donde se tiene previsto que se reúna con su familia, incluido Hunter, antes de partir a Italia la mañana del miércoles para asistir a la cumbre del G7. Biden pasó más tiempo del habitual en Wilmington mientras se desarrollaba el juicio, como parte de una muestra de apoyo hacia Hunter.

La primera dama, Jill Biden, acudió al tribunal casi todos los días, y realizó un viaje de 24 horas desde Francia para asistir el viernes a la presentación de testimonios, pero no pudo estar allí el martes cuando se leyó el veredicto. Llegó al tribunal apenas unos minutos después de que la persona que presidió el jurado entonara tres veces la palabra “culpable”. Otros miembros de la familia también estuvieron en el tribunal durante el juicio.

El presidente no acudió a la corte, pero siguió atentamente el proceso, recibiendo actualizaciones frecuentes de la primera dama. Sin embargo, todos los días, cuando Hunter llegaba al tribunal, mientras cruzaba las puertas, pasaba frente a un retrato de su padre colgado en un muro.

En su propia declaración, Hunter Biden, al igual que su padre, habló de los lazos familiares y de su proceso de recuperación.

“Hoy, más que decepcionado por el resultado, estoy agradecido por el amor y el apoyo que recibí esta semana por parte de Melissa, mi familia, mis amigos y mi comunidad”, dijo Hunter Biden en un comunicado, mencionando a su esposa en primer lugar. “La recuperación es posible por la gracia de Dios, y tengo la bendición de experimentar ese don un día a la vez”.