Washington. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, responsabilizó directamente este viernes a su homólogo de Rusia, Vladímir Putin, de la muerte del líder opositor ruso Alexéi Navalni y advirtió que está evaluando “diferentes opciones” para responder a ese suceso.

En declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, dijo que no se había sentido “sorprendido” pero sí “indignado” después de que los servicios penitenciarios rusos hicieran pública este viernes la repentina muerte de Navalni en la prisión del Ártico donde cumplía condena por sus críticas a Putin.

Si la información sobre la muerte de Navalni es cierta, y no tengo razón para dudarlo, por supuesto las autoridades rusas van a contar su propia historia. Pero no se equivoquen, Putin es responsable”, manifestó el mandatario.

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Biden describió a Navalni como “una voz poderosa en defensa de la verdad” y apuntó que su muerte es “una prueba más” de la “brutalidad” de Putin.

El presidente fue preguntado directamente si pensaba que el fallecimiento del opositor ruso fue un “asesinato”, ante lo que respondió: “No sabemos exactamente qué ha pasado, pero no hay duda de que la muerte de Navalni es consecuencia de algo que hicieron Putin y sus matones”.

Además, dijo que estaba estudiando “diferentes opciones” para castigar al Kremlin por la muerte de Navalni, pero no detalló si Washington impondrá más sanciones sobre la economía rusa.

Biden ya avanzó en 2021 después de reunirse con Putin en Ginebra que habría “consecuencias devastadoras” para Rusia si Navalni moría en prisión.

Según los servicios penitenciarios rusos, Navalni, de 47 años, falleció después de sentirse mal tras dar un paseo en la cárcel donde estaba recluido y, aunque los servicios médicos intentaron reanimarlo “durante más de media hora”, acabó perdiendo la vida.

Navalni había sobrevivido en 2020 a un intento de envenenamiento con el agente químico Novichok y su salud había sido motivo de creciente preocupación después de que se declarara en huelga de hambre entre marzo y abril de 2021, semanas en las que perdió mucho peso.

La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, fue la primera voz de EE.UU. en condenar su muerte durante un discurso en la Conferencia de Seguridad de Múnich, en el que afirmó que su pérdida es otra indicación de la “brutalidad” de Putin y sostuvo que Rusia es “responsable”.

El Gobierno de Biden había reclamado al Kremlin la liberación de Navalni desde que fue arrestado, tras su regreso a Rusia a principios de 2021.

La mayor parte de la comunidad internacional ha condenado la muerte y numerosos líderes occidentales han responsabilizado de la misma directamente al Kremlin, ante lo que el Gobierno ruso ha reaccionado considerando “inadmisibles” ese tipo de declaraciones.