Biden asegura nominar a jueza afroamericana para el Supremo
Tanto el la promesa luego de conocerse la intención del juez Stephen Breyer en jubilarse este próximo verano.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Washington. La Casa Blanca aseguró este miércoles que el presidente estadounidense, Joe Biden, mantendrá su promesa de nominar a una jueza afroamericana por primera vez en la historia para el Tribunal Supremo del país.
“El presidente ha declarado y reiterado su compromiso de nominar a una mujer afroamericana para el Tribunal Supremo y ciertamente lo mantiene”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria.
Sin embargo, Psaki rechazó hacer cualquier comentario sobre la intención del juez progresista del Tribunal Supremo Stephen Breyer de jubilarse cuando concluya en julio este curso judicial, ya que la noticia, de la que han informado varios medios estadounidenses, no ha sido confirmada oficialmente por la máxima instancia judicial.
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“Por ahora, no voy a poder hacer ningún comentario específico hasta que, por supuesto, el juez Breyer haga un anuncio si es que decide hacer un anuncio”, afirmó Psaki.
Horas antes, Biden respondió de manera similar a preguntas de la prensa.
“No ha habido ningún anuncio del juez Breyer, lo dejaré que él haga el anuncio que quiera hacer, y estoy encantado de hablar sobre ello más tarde”, zanjó el mandatario sin dar más detalles a los periodistas.
Durante la campaña electoral para 2020, Biden prometió que si tenía la oportunidad nominaría a la primera magistrada afroamericana para la máxima instancia judicial del país.
La Casa Blanca aún no ha dado a conocer sus opciones, pero dos posibles candidatas son Leondra Kruger, actual jueza en el Tribunal Supremo de California, y Ketanji Brown Jackson, a quien ya consideró Barack Obama en 2016 para otra vacante en el Supremo y que trabajó como secretaria judicial para el propio Breyer.
La jubilación de Breyer daría al presidente estadounidense, Joe Biden, la oportunidad de confirmar a un magistrado progresista para el Tribunal Supremo, donde los conservadores actualmente tienen mayoría.
Psaki dijo en un mensaje en Twitter que el Gobierno no tiene información sobre los planes de Breyer.
“Siempre ha sido la decisión de cualquier juez del Tribunal Supremo ver si decide jubilarse, cuándo y cómo quiere anunciarlo, y ese sigue siendo el caso hoy. No tenemos detalles adicionales o información para compartir desde la Casa Blanca”, manifestó Psaki en Twitter.
It has always been the decision of any Supreme Court Justice if and when they decide to retire, and how they want to announce it, and that remains the case today. We have no additional details or information to share from @WhiteHouse
— Jen Psaki (@PressSec) January 26, 2022
Con 83 años, Breyer es el miembro de más edad del Tribunal Supremo, al que llegó en 1994 tras ser nominado por el entonces presidente demócrata Bill Clinton (1993-2001) y, enseguida, se convirtió en una de las voces progresistas de la corte.
Conocido por sus preguntas incisivas durante los argumentos orales, Breyer siempre defendió que la Constitución debe interpretarse dentro del contexto de cada época, lo que en algunas ocasiones le valió choques con jueces más conservadores como Antonin Scalia, fallecido en 2016.
Una de las sentencias más conocidas que escribió Breyer tiene que ver con el derecho al aborto. En 2016, el juez se encargó de escribir el fallo que tumbó una ley de Texas y que había servido para cerrar la mitad de las clínicas abortivas de ese estado.
En otra ocasión, en 2015, se desmarcó de la mayoría de los miembros del Tribunal Supremo y, en una nota aparte, consideró que la pena de muerte se había convertido en una condena tan arbitraria en Estados Unidos que probablemente era inconstitucional.
Desde hace meses, grupos progresistas como Demand Justice han pedido a Breyer que se jubile para que Biden pueda nominar a un sustituto aprovechando que el Partido Demócrata domina el Senado, del que depende la confirmación de los jueces del Tribunal Supremo.
El año pasado, miembros de Demand Justice se pasearon en un camión por las calles aledañas al edificio de la máxima corte con un gran cartel que rezaba: “Breyer jubilate. Es hora de que llegue una mujer negra el Tribunal Supremo”.
Durante la campaña electoral de 2020, Biden prometió que si tenía la oportunidad nominaría a una mujer afroamericana para la máxima instancia judicial.
Washington, 26 ene (EFE).- La jubilación del juez progresista del Tribunal Supremo de EE.UU. Stephen Breyer da al presidente estadounidense, Joe Biden, la oportunidad de nominar a una mujer afroamericana para la máxima instancia judicial, un caramelo para el mandatario con el que podría, no obstante, atragantarse.
La jueza o juez que nomine Biden, en cualquier caso, no cambiaría el equilibrio actual del Tribunal Supremo, que no ha sido tan conservador desde la década de 1930.
El presidente prometió en la campaña electoral de 2020 que si tenía la oportunidad nominaría a la primera magistrada afroamericana para la máxima instancia judicial del país.
Ahora ha llegado la ocasión, pero para aprovecharla Biden tendrá que unir a su partido, una tarea nada fácil que ni siquiera consiguió para aprobar en el Congreso su gran paquete de gasto social.
La aprobación de un nuevo juez para el Tribunal Supremo de EE.UU. depende del Senado, donde los demócratas tienen mayoría pero no pueden permitirse perder ni un voto.
Por ahora, los demócratas se sienten confiados y están seguros de que tendrán el respaldo de sus 50 senadores, incluidos dos de sus miembros más conservadores: Joe Manchin, de Virginia Occidental, y Kyrsten Sinema, de Arizona, dijo a Efe una fuente del partido.
CANDIDATAS NEGRAS PARA HACER HISTORIA
Una buena parte de la bancada demócrata del Congreso, especialmente sus miembros afroamericanos, ya está presionando a Biden en Twitter para que cumpla su promesa y permita que una mujer negra llegue por primera vez en la historia a la máxima instancia judicial.
La Casa Blanca aún no ha dado a conocer sus opciones, pero dos posibles candidatas son Leondra Kruger, actual jueza en el Tribunal Supremo de California, y Ketanji Brown Jackson, a quien ya consideró Barack Obama en 2016 para otra vacante en el Supremo y que trabajó como secretaria judicial para el propio Breyer.
Biden aún no ha se ha posicionado sobre la intención de Breyer de jubilarse cuando concluya en julio este curso judicial, ya que no ha sido confirmada oficialmente por el Tribunal Supremo.
Solo algunos medios han informado de la noticia, citando fuentes conocedoras de los planes del magistrado.
UNA CAMPAÑA PROGRESISTA PARA JUBILAR A BREYER
Con 83 años, Breyer es el miembro de más edad del Tribunal Supremo y, desde hace meses, grupos progresistas como “Demand Justice” han estado reclamando su jubilación para que Biden pudiera nominar a un sustituto aprovechando que el Partido Demócrata aún domina el Senado.
El año pasado, “Demand Justice” llegó incluso a pasearse con un camión por las calles aledañas al Supremo con un gran cartel que rezaba: “Breyer jubílate. Es hora de que llegue una mujer negra el Tribunal Supremo”.
El mayor miedo de los activistas era que Breyer se jubilase o muriese cuando el Senado tuviese otra mayoría -lo que puede ocurrir si los republicanos la recuperan en las elecciones de medio mandato de noviembre de este año-.
Eso fue lo que ocurrió con Ruth Bader Ginsburg, icono progresista que rechazó jubilarse cuando Barack Obama (2009-2017) estaba en el poder, y que murió en 2020 con Donald Trump (2017-2021) en la Casa Blanca. Ginsburg fue sustituida por su némesis, la conservadora Amy Coney Barrett.
Sea quien sea la elegida -o elegido si Biden no cumple su promesa-, no cambiaría el equilibrio actual del Tribunal Supremo, el más conservador de EE.UU. desde la década de 1930.
Actualmente, seis conservadores ocupan los puestos vitalicios del Tribunal Supremo frente a tres progresistas, incluido el propio Breyer.
UN LIBERAL PRAGMÁTICO
El juez fue elegido para el Tribunal Supremo en 1994 por el entonces mandatario demócrata Bill Clinton (1993-2001) y, curiosamente, Biden -entonces senador por Delaware- presidió el comité judicial del Senado cuando su nominación fue aprobada para posteriormente recibir el aval final del pleno.
Breyer se caracteriza por ser un liberal pragmático, más moderado que otros jueces como Ginsburg, y dispuesto a llegar a un consenso con los miembros más conservadores de la corte.
Conocido por sus preguntas incisivas durante los argumentos orales, Breyer siempre defendió que la Constitución debe interpretarse dentro del contexto de cada época, lo que en algunas ocasiones le valió choques con magistrados más conservadores como Antonin Scalia, fallecido en 2016.
Una de las sentencias más conocidas que escribió Breyer tiene que ver con el derecho al aborto. En 2016, el juez se encargó de escribir el fallo que tumbó una ley de Texas y que había servido para cerrar la mitad de las clínicas abortivas de ese estado.
En otra ocasión, en 2015, se desmarcó de la mayoría de los miembros del Tribunal Supremo y, en una nota aparte, consideró que la pena de muerte se había convertido en una condena tan arbitraria en Estados Unidos que probablemente era inconstitucional.
En los últimos tiempos, una de sus mayores preocupaciones ha sido la polarización del Tribunal Supremo, un desafío al que ahora Biden tendrá que enfrentarse para encontrarle un sustituto.