Biden ante la variante ómicron: “Todos deberíamos estar preocupados, no asustados”
El presidente de los Estados Unidos urgió a ciudadanos a vacunarse y administrarse el refuerzo del fármaco durante su mensaje para atajar el drástico repunte de contagios del coronavirus.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llamó este martes para que los ciudadanos mantengan la precaución y recurran a todos los recursos disponibles para protegerse contra el coronavirus en medio de un aumento en contagios debido a la variante ómicron.
En su mensaje, Biden inició reconociendo la frustración y el agotamiento que hay entre los constituyentes tras enfrentar dos años de una pandemia sin precedentes que ha impactado la economía y desarrollo humano del país, no obstante, el mandatario insistió que aunque “el COVID-19 es un adversario fuerte, nosotros somos más fuertes porque tenemos el poder de las ciencias y las vacunas”.
“Todas esas personas que no se han vacunado, tiene una obligación ante ustedes mismos, ante su familia, y, francamente, y sé que me van a criticar, ante tu país. Vacúnese ahora, es gratis”, es conveniente. Le prometo, salvará vidas, y honestamente, crea que esto es un deber patriótico”, sostuvo el mandatario. “Y otra pregunta que se están haciendo muchos es qué puedo hacer para sentirme seguro con mi familia y protegerla, la respuesta es sencilla, adminístrese el refuerzo de la vacuna, póngase una mascarilla”.
“Los doctores lo han confirmado, el refuerzo provee la mayor de las protecciones, desafortunadamente, decenas de millones de ciudadanos elegibles que no la han recibido”, agregó, al insistir que 62 por ciento de residentes de edad avanzada, una población vulnerable, en los Estados Unidos han recibido la dosis.
“Yo recibí mi refuerzo tan pronto se hizo disponible, hasta el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, la recibió, quizás una de las cosas en la que coincidimos”, expresó.
Por otro lado, ante los aumentos de casos de la variante ómicron y la inquietud de que el país regresar a condiciones similares al marzo de 2020, época se declaró el SARS-CoV-2 como una pandemia, Biden respondió con un “absoluto no”.
“Hoy día, estamos listos para fortalecer nuestros hospitales, contamos con más recursos para mantener nuestras escuelas abiertas, somos capaces de mantener los salones K-12 abiertos. Ahora sí, todos deberíamos estar preocuparnos por ómicron, pero no asustarnos”, afirmó el presidente.
Entre las acciones a tomar, anunció la suma de 10,000 centros de vacunación a 90,000 proveedores que la nación tiene disponible. Igualmente, emitió una orden federal para que las aseguradoras de salud reembolsen los gastos de las compras de pruebas de COVID-19 a domicilio, que no requieren recetas y cuestan de $20 a $24 en cadenas de farmacia.
Acceso “robusto” a pruebas
Otras de las acciones que anunció el presidente Biden será robustecer el acceso a pruebas gratuitas de COVID-19 en los Estados Unidos. Entre los pasos que tomará la administración, se encuentra la instalación de nuevos centros de prueba federales alrededor del país para ayudar a estados “que necesitan capacidad de prueba adicional”. El primer centro se instalará en la semana de Navidad será en Nueva York, que enfrenta un preocupante aumento de hospitalizaciones por el coronavirus.
Igualmente, el gobierno Biden anunció la compra de 500 millones de pruebas a domicilio este invierno “para ser distribuidas gratis para los estadounidenses que así lo deseen”, con el envío inicial comenzando desde enero de 2022.
“La administración creará una página web en el que los estadounidenses podrán hacerse pruebas a domicilio de forma gratuita”, informó el mandatario.
Por otro lado, el gobierno estadounidense prometió seguir implementando la Ley de Producción de Defensa (DPA, por sus siglas en inglés) y activando otras autoridades para multiplicar tanto la producción de pruebas de laboratorio como pruebas “over-the-counter” (sin requerimiento de receta médica) en los Estados Unidos.
Despliegue adicional de personal militar en hospitales
Mientras tanto, el presidente Biden anunció que el Departamento de Defensa preparará unos 1,000 soldados, entre ellos profesionales de la salud, para que se dirijan a hospitales que enfrentan una merma de personal durante los meses de enero y febrero. Igualmente, la administración ya desplegó unos seis equipos de respuesta de emergencia, que consisten de más de 100 trabajadores clínicos y paramédicos en estados como Michigan, Indiana, Wisconsin, Arizona, Nuevo Hampshire y Vermont.
Por otro lado, este informó que el gobierno estadounidense activará a la Agencia Federal de Manejo de Emergencias para generar más personal y capacidad para el Centro Nacional de Coordinación de Respuesta y otras regiones del ente federal, lo que permitirá la movilización de equipos para asesorar y aumentar la cantidad de camas en los hospitales de todo estado y territorio antes de sufrir repercusiones en sus instalaciones.
Por otro lado, el Primer Mandatario comunicó que su administración seguirá proporcionando “un reembolso federal del 100% a los estados para todos los costos de la respuesta de emergencia de COVID-19″.
Igualmente, Biden anunció que el gobierno estadounidense enviará “sobre cientos de millones de mascarillas N-95, miles de millones de guantes, decenas de millones de batas, y sobre 100,000 ventiladores” en puntos estratégicos alrededor de los Estados Unidos.