WASHINGTON. Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los principales líderes del cártel mexicano de Sinaloa, y Joaquín Guzmán López, hijo de quien dirigió la organización, Joaquín “El Chapo” Guzmán, fueron detenidos el jueves en El Paso, Texas.

Los arrestos fueron anunciados por el fiscal general estadounidense Merrick B. Garland.

Zambada era uno de los capos más viejos y astutos que nunca había tocado una cárcel, sobrevivió a décadas de guerras territoriales y ascendió a la cima del hampa gracias a su astucia para llevar los negocios. Era conocido por dirigir las operaciones de contrabando del cártel, pero manteniendo un perfil bajo, y por sus vínculos y conexiones internacionales.

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La agencia antidroga estadounidense, la DEA, había ofrecido una recompensa de hasta 15 millones de dólares por información que condujera a su captura.

Estos arrestos se producen tras algunas detenciones importantes de otras figuras del cártel de Sinaloa, entre ellas uno de los hijos de Zambada y otro de Guzmán.

El Cártel de Sinaloa es una de las organizaciones de narcotraficantes más violentas y poderosas del mundo y de una de las principales traficantes de fentanilo, una de las drogas más lucrativas y que más muertes por sobredosis causa en Estados Unidos.

Su líder más conocido, “El Chapo” Guzmán, fue condenado a cadena perpetua en Estados Unidos en 2019.

En su comunicado, Garland afirmó que tanto Zambada como Guzmán enfrentan a múltiples cargos “por dirigir las operaciones criminales del cártel, incluidas sus mortales redes de fabricación y tráfico de fentanilo”.

Añadió que el Departamento de Justicia “no descansará hasta que cada uno de los líderes, miembros y asociados de los cárteles responsables de envenenar a nuestras comunidades rindan cuentas”.

En los últimos años, los hijos de Guzmán han liderado una facción del cártel conocida como “Los Chapitos”, considerados como unos de los principales exportadores a Estados Unidos de fentanilo, un opioide sintético mortal.

“Los Chapitos” eran vistos como más violentos y extravagantes que Zambada. Su jefe de seguridad fue detenido por las autoridades mexicanas en noviembre.

Otro de los hijos de “El Chapo”, Ovidio Guzmán López, fue detenido y extraditado a Estados Unidos el año pasado. En septiembre se declaró inocente de los cargos de narcotráfico que se le imputaban en Chicago.

En febrero, Zambada fue acusado en el Distrito Este de Nueva York de conspirar para fabricar y distribuir fentanilo. Los fiscales lo describieron como el líder del Cártel de Sinaloa, “una de las organizaciones de narcotráfico más violentas y poderosas del mundo”.

Un hijo de Zambada se declaró culpable ante un tribunal federal estadounidense de San Diego en 2021 de ser uno de los líderes del Cártel de Sinaloa.