East Lansing. El hombre que disparó contra ocho estudiantes en la Universidad Estatal de Michigan, matando a tres, tenía dos pistolas que fueron compradas legalmente pero no registradas, dijo la policía el jueves.

Anthony McRae traía consigo una carta de dos hojas y las pistolas de 9 mm y las municiones cuando se suicidó el lunes por la noche después de ser confrontado por la policía, dijo el subjefe de policía del campus, Chris Rozman.

Los investigadores dijeron que todavía estaban tratando de precisar un motivo, tres días después de la violencia en el campus de 50,000 estudiantes en East Lansing, pero la carta era un punto clave.

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“Parece, según el contenido de la carta, que sintió que personas o empresas lo menospreciaron de alguna manera”, dijo Rozman en conferencia de prensa. “¿Un problema de salud mental amplificó eso o fue un componente de eso? No estamos seguros en este momento. Estamos trabajando lo mejor posible para tratar de determinar eso lo mejor posible”.

McRae, de 43 años, no tenía conexión con el estado de Michigan como estudiante o empleado, indicó la policía.

Los tiroteos tuvieron lugar en los edificios académicos Berkey Hall y MSU Union.

McRae caminó casi 4 millas (6 kilómetros) hacia su casa en Lansing después del tiroteo y no dijo nada antes de suicidarse frente a la policía, informó el teniente Rene Gonzalez de la policía estatal.

Los estudiantes que murieron eran de los suburbios de Detroit: Brian Fraser, de 20 años, Arielle Anderson, de 19 y Alexandria Verner, de 20.

Los cinco estudiantes heridos permanecen en estado crítico en un hospital de Lansing, pero mostraban “signos de mejora”, dijo la presidenta interina de la universidad, Teresa Woodruff.

Las clases fueron suspendidas hasta el fin de semana. Berkey Hall permanecerá cerrado durante el período de primavera, dijo Woodruff.

La sesión informativa de la policía siguió a una vigilia del miércoles por la noche en el campus que atrajo a miles de estudiantes. Tom Izzo, el reverenciado entrenador de baloncesto de la universidad y padre de un estudiante, ofreció palabras de consuelo.

“Hay pesar en nuestros corazones. Nuestra pérdida ha sido grande. Nuestras vidas han cambiado permanentemente”, dijo Izzo, entrenador en jefe desde 1995. “Pero con un compromiso compartido de ayudarnos unos a otros y la promesa de recordar a aquellos que hemos perdido, aprenderemos a encontrar la alegría una vez más”.

El padre de McRae, con quien vivía, le dijo a la policía que “su hijo no tenía amigos”, dijo Gonzalez. “Estaba en su habitación la mayor parte del tiempo”.

McRae fue condenado por un delito menor de armas en 2019, aunque eso no le impidió conseguir las pistolas, que según Rozman se compraron legalmente, pero no se registraron.