Aumentan a 145 mph los vientos del huracán Laura
El fenómeno atmosférico ha tenido una intensificación notable durante el día “y no hay indicios de que vaya a detenerse pronto”.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Poderoso.
El huracán Laura alcanzó el miércoles la categoría 4, extremadamente peligroso, mientras se acerca a Texas y Luisiana. Por eso, las autoridades aconsejaron a las personas en estas zonas costeras que mejor se vayan.
En el boletín de las 5:00 p.m., el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) en Miami indicó que los vientos máximos sostenidos en el huracán alcanzan las 145 mph y tiene ráfagas más fuertes. Para ser huracán categoría 5 los vientos tienen que pasar la marca de 157 mph.
3 PM CDT #Laura update: Water levels rising along the coast of southeast Texas and Louisiana https://t.co/tW4KeFW0gB pic.twitter.com/pDxBaSTbar
— National Hurricane Center (@NHC_Atlantic) August 26, 2020
Un huracán de categoría 4 puede provocar daños tan catastróficos que los cortes de electricidad podrían durar semanas y posiblemente meses. Las partes afectadas podrían quedar inhabitables por semanas o meses, de acuerdo con meteorólogos. Eso planteará un nuevo desafío a los equipos de socorro para gobiernos desde federales a locales que ya pasan problemas para hacer frente a la pandemia de coronavirus.
El fenómeno atmosférico ha tenido una intensificación notable durante el día “y no hay indicios de que vaya a detenerse pronto” mientras avanza sobre las cálidas aguas del centro del Golfo de México”, explicó el NHC.
“Algunas zonas, cuando se despierten el jueves por la mañana, no van a creer lo que pasó”, pronosticó el especialista en huracanes Stacy Stewart.
“Podríamos ver alturas de marejadas ciclónicas de más de 15 pies en algunas áreas”, dijo Stewart. “Lo que no sea derribado por el viento podría ser derribado fácilmente por las crecientes aguas del océano que avancen tierra adentro”.
Views of Hurricane Laura taken from @Space_Station today. Stay safe everyone. pic.twitter.com/KwVvRLA15m
— Chris Cassidy (@Astro_SEAL) August 26, 2020
“Sigan el consejo de las autoridades locales. Si les dicen que se vayan, ¡váyanse! Su vida depende de ello hoy”, dijo Joel Cline, coordinador del programa tropical del Servicio Nacional de Meteorología. “Es un día grave y deben escucharlo”.
Se emitieron alertas por huracán desde San Luis Pass, Texas, hasta Intracoastal City, Luisiana. También había advertencias por marejada ciclónica desde Port Arthur, Texas, hasta la desembocadura del río Mississippi.
En la evacuación más grande en Estados Unidos durante la pandemia de coronavirus, más de medio millón de personas recibieron el martes la orden de desalojar la costa del Golfo de México cerca del límite entre los estados de Texas y Luisiana antes de la llegada de Laura, incluyendo las ciudades texanas de Beaumont, Galveston y Port Arthur, y las zonas bajas de Calcasieu y Cameron, en el suroeste de Luisiana, donde los meteorólogos dijeron que la marejada ciclónica coronada por olas podría sumergir comunidades enteras.
“Cameron Parish será parte del Golfo de México durante un par de días, según este pronóstico”, advirtió dijo Donald Jones, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología en Lake Charles, Luisiana, que está cerca de la trayectoria que se espera que siga el huracán. “Esperamos cortes de electricidad generalizados, árboles derribados. Habrá daños en casas y negocios”, agregó.
Las autoridades instaron a la gente a quedarse con familiares o en habitaciones de hotel para evitar la propagación del COVID-19. Los autobuses contaban con equipos de protección y desinfectante, y trasladarán a menos pasajeros para mantener la distancia social, señalaron las autoridades de Texas.
El huracán supone también una amenaza para un importante centro energético del país. De acuerdo con el gobierno, el 84% de la producción de petróleo del Golfo y cerca del 61% de la de has natural se pararon. Cerca de 300 plataformas han sido desalojadas.
Laura pasó sobre Cuba luego de causar la muerte de 20 personas en Haití y de otras tres en República Dominicana, donde provocó cortes de electricidad y fuertes inundaciones.