Surfside, Florida. La cifra de muertes por el derrumbe del edificio cerca de Miami ascendió a nueve, informó el domingo la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava.

Una víctima murió en el hospital y las cuadrillas de rescata sacaron más cuerpos de entre los escombros, añadió Levine Cava.

Numerosos trabajadores de rescate seguían el domingo en el lugar del desastre, tratando de hallar sobrevivientes. Más de 150 personas siguen desaparecidas.

“Pudimos sacar cuatro cuerpos de entre las ruinas y otros restos humanos. Hasta el día de hoy una víctima falleció en el hospital y hemos recuperado ocho ... víctimas en el sitio. Por lo tanto, estoy confirmando hoy que el saldo de muertes es de nueve. Hemos identificado a cuatro de las víctimas y le hemos informado a los familiares”, declaró la alcaldesa.

Decenas de familias esperan noticias sobre sus seres queridos.

Uno de ellos es Mike Noriega, cuya abuela Hilda Noriega, de 92 años, vivía en el sexto piso del edificio que se derrumbó en Surfside.

Cuando Mike Noriega escuchó que parte de la torre del condominio donde vivía su abuela se había derrumbado, corrió con su padre al lugar. Llegaron a un montículo de 9 metros de concreto y metal aplastados, los restos del edificio de 12 pisos, pero no había rastro de Hilda Noriega, de 92 años.

Pero entre los escombros que volaban, tropezaron con recuerdos que daban testimonio de la vida de Hilda en el sexto piso en Champlain Towers South: una vieja foto de ella con su difunto esposo y su hijo pequeño, y una tarjeta de cumpleaños que enviaron amigos de su grupo de oración dos semanas antes.

“Había un mensaje en medio de todo este desastre”, dijo Noriega.”No perder la esperanza. Tener fe”, agregó.

Después del colapso del jueves, Hilda permanece entre las 156 personas desaparecidas en Surfside, al norte de Miami Beach mientras las autoridades y familiares temen que el número de víctimas aumente.

Mientras decenas de rescatistas continúan trabajando, la familia Noriega todavía tiene la esperanza de hallar con vida a Hilda.

“Algunos milagros son muy grandes, otros son pequeños”, dijo Mike, de 36 años, quien habló por última vez con Hilda el día antes del desastre.

Describieron a Hilda como una jubilada, muy independiente y vivaz; en palabras de Mike, “la mujer más joven de 92 años que conozco... parecía de 62”.

Hilda vivió 20 años en Champlain Towers South, pero tras enviudar hace seis años, estaba lista para mudarse con la familia y vender el condominio.

Sally Noriega, hija de Hilda, dice que a su madre le encantaba vivir cerca del mar y sus amigos, y cuenta que sus padres llegaron de Cuba en 1960.

Ellos se encuentran entre decenas de familias angustiadas que esperan noticias sobre el destino de sus seres queridos. La espera ha sido agonizante.

La atmósfera dentro del salón de baile de un hotel donde las autoridades daban informes a unos 200 miembros de la familia el sábado era tensa, dijeron a The Associated Press dos personas presentes que pidieron el anonimato.

El número de muertos confirmados aumentó a cinco el sábado mientras los socorristas trabajan contrarreloj.

“Nuestra prioridad es salvar todas las vidas que podamos”, dijo la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava.

La noche del sábado, cuatro de las víctimas fueron identificadas como Stacie Dawn Fang, de 54 años; Antonio Lozano, de 83 y Gladys Lozano, de 79; y Manuel LaFont, de 54.