Seguramente más de una vez ha visto en películas el momento en el que migrantes que llegan a Estados Unidos por mar se encuentran con la Estatua de la Libertad, un poderoso símbolo que hace referencia a las posibilidades y al famoso sueño americano. Pero quizá no sepa que, antes de que dicho monumento existiera, esa travesía alguna vez sirvió para nombrar a la ciudad de Nueva York.

En 2024 se cumplieron 400 años del asentamiento que dio forma a lo que hoy conocemos como Nueva York, y fueron los holandeses quienes nombraron por primera vez a esta ciudad.

El primer asentamiento holandés que se estableció en Manhattan en 1624 decidió llamar a esta zona Nueva Amsterdam.

Otra curiosidad que vale la pena señalar, de acuerdo con la revista Smithsonian, es que en 1606, la compañía holandesa de las Indias Orientales, contrató al navegante inglés Henry Hudson para que buscara un paso fluvial a través de América del Norte, y así fue como llegó a lo que hoy es el puerto de Nueva York donde tiempo después el río que navegó tomaría su nombre.

Otro hito relevante en esta historia es que los colonizadores holandeses se encontraron con los lenape, un grupo indígena a los que reclamaron su tierra rica en recursos y a quienes después les compraron la isla de Manhattan, lo que dio paso a la enorme influencia holandesa que todavía está presente hoy.

De hecho, en Nueva Amsterdam, en 1664, los holandeses construyeron un muro que luego prestó su nombre para crear Wall Street. Otros lugares famosos también deben su origen a Holanda como Brooklyn, que fue llamado así por la ciudad Breukelen o aquellos que terminan en “kill” que en holandés quiere decir pequeño arroyo.

Finalmente la guerra entre holandeses e ingleses obligó al gobernador de Nueva Amsterdam a entregar la ciudad a una armada enviada a la zona por el hermano del rey inglés, el Duque de York, así fue como, en 1664, hubo un cambio de soberanía y de nombre.

Si quiere conocer más acerca de esta historia, el consulado general de los Países Bajos en Nueva York está llevando a cabo distintas iniciativas para honrar los 400 años de historia neoyorquina holandesa.

Durante los próximos dos años, a través de diversas organizaciones, se realizarán exposiciones, producciones teatrales y diversas actividades culturales con la intención de enaltecer la historia colonial y la asociación entre Estados Unidos y los Países Bajos.