Las principales aerolíneas de Estados Unidos acordaron tentativamente los términos para obtener 25,000 millones de dólares en ayuda federal para pagarles a sus trabajadores y mantenerlos empleados hasta septiembre, informó ayer el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.

Los acuerdos no son finales, pero es casi seguro que la ayuda sea una combinación de efectivo y préstamos, y el gobierno podría tomar una pequeña participación en la propiedad de las principales aerolíneas.

Las aerolíneas no querían ceder acciones, pero el Departamento del Tesoro exigió una compensación a los contribuyentes. Las aerolíneas tienen poco con qué negociar, debido a que su sector se ha desplomado debido a que la pandemia del nuevo coronavirus ha reducido los viajes y, sin la ayuda federal, enfrentan despidos masivos.

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Las seis aerolíneas más grandes del país -Delta, American, United, Southwest, Alaska y JetBlue- junto con otras cuatro compañías de menor tamaño han comentado al Departamento del Tesoro que planean participar, mientras siguen las negociaciones con otros transportistas del sector, señaló Mnuchin.

“Esperamos con interés trabajar con las aerolíneas para finalizar los acuerdos necesarios y desembolsar los fondos tan rápido como sea posible”, dijo Mnuchin en un comunicado.

Las aerolíneas habían anticipado comenzar a recibir la ayuda del gobierno, en efectivo y que no tuviera que ser pagado, para cubrir sus nóminas el 6 de abril, la fecha límite fijada por el Congreso. En lugar de eso, se vieron enfrascados en tensas negociaciones durante varios días con el Departamento del Tesoro, que insistió en que únicamente el 70% de la ayuda sería en efectivo y el resto en préstamos que las aerolíneas deben pagar.

Además, el departamento exigió que, para compensar a los contribuyentes, las aerolíneas más grandes deben entregar garantías que, si se ejercen, podrían dar al gobierno participaciones de propiedad que oscilan entre el 1% y 3%, según cálculos de un analista de Raymond James.

Las garantías totalizan 10% del monto del préstamo, y Mnuchin puede ejercerlas según el precio de las acciones de cierre el 9 de abril, de acuerdo con funcionarios de las aerolíneas.

Las aerolíneas de la nación iniciaron 2020 en una racha de una década en la que en conjunto ganaron decenas de miles de millones de dólares gracias a una fuerte demanda de viajes. Ese éxito se desplomó en apenas unas semanas, a medida que los gobiernos restringieron los vuelos para frenar la propagación del nuevo coronavirus, y la gente temía contraer la enfermedad en un avión.