Salt Lake City.- Una madre en Utah confesó haber asesinado a sus siete recién nacidos por una aparente adicción a la metanfetamina y a otras sustancias controladas, según confirmó la policía.

Se presume que Megan Huntsman, de 39 años de edad, estaba bajo los efectos de la metanfetamina cuando estranguló o sofocó a sus criaturas entre los años de 1996 y 2006, según informó el agente de la policía, Mike Roberts.

El oficial notificó que Huntsman no se preocupaba por la salud de las criaturas, y no quería hacerse cargo de ellas. Y aunque la Policía inicialmente se había negado a compartir el motivo del suceso, admitió haber encontrado el cuerpo de un séptimo bebé que creen nació muerto en el garaje de la acusada en Pleasant Grover, Utah.

Al momento, Huntsman fue acusada de seis cargos por asesinato en primer grado y se le impuso una fianza de $6 millones.

Los infantes fueron sometidos a un análisis de ADN por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en ingles) en los que se reveló que cinco de los bebés eran féminas y dos eran varones, además se autentificó la identidad del padre biológico de las criaturas, Darren West, quien fue su esposo durante la década en la que suponen terminó con la vida de las criaturas.

West estuvo en prisón desde el 2006 hasta enero por cargos relacionados a sustancias controladas, y no es hasta el 12 de abril que halló al primer recién nacido en una pequeña caja blanca cubierta de cinta adhesiva mientras limpiaba el garaje. Luego de este suceso, Warren decidió alterar a la policía. Los cuerpos de los otros recién nacidos fueron hallados por la policía cuando obtuvieron la orden para allanar la casa.

Los investigadores todavía no precisan cómo Warren no estuvo al tanto de la muerte de los recién nacidos y, aunque no es sospechoso en el caso, está entre la lista de personas a interrogar. Hasta al momento Hunstamn es la única sospechosa en la investigación que aún sigue abierta. 

Por otra parte, el abogado de la acusada no estuvo disponible para entrevistas.