WASHINGTON. A pesar de los muchos éxitos cosechados por los candidatos de raza negra, las elecciones de mitad de periodo también les mostraron a algunos el persistente poder del racismo, luego de que la inteligencia e integridad de los políticos de las minorías fueran puestas en duda por sus rivales y por el presidente Donald Trump, en lo que fue interpretado como mensajes para atraer a los votantes blancos. 

Varios estrategas demócratas dijeron el miércoles que los resultados mostraron la necesidad de que el partido recalibre su estrategia rumbo a las elecciones presidenciales de 2020 y posteriores. 

Para ganar, comentaron, el partido debe ampliar su base de votantes negros y morenos, pero también reprobar el racismo de forma más directa y hacer más para persuadir a los votantes blancos de que rechacen la intolerancia. 

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“En algún momento, los votantes deben dejar de premiar la conducta racista”, manifestó la activista Brittany Packnett. 

Durante la campaña, Trump llamó “ladrón” al alcalde negro de Tallahassee y candidato demócrata a gobernador de Florida, Andrew Gillum, debido a una investigación encubierta del FBI en torno a que aceptó boletos para Broadway. Trump también describió la ciudad de Gillum como “corrupta”. 

El mandatario retrató como incompetente a Stacey Abrams, graduada de la Facultad de Leyes de la Universidad de Yale, legisladora y candidata a gobernadora de Georgia, quien es negra. 

El republicano Ron DeSantis, que venció a Gillum el martes, comenzó su campaña advirtiéndole a los votantes de Florida que no “echaran a perder esto como monos” al votar por el demócrata, un comentario que fue criticado como racista. 

A fin de cuentas, Gillum _que habría sido el primer gobernador negro de Florida_ se quedó a menos de 56,000 votos de DeSantis. En Georgia, la contienda por la gobernación seguía demasiado apretada el miércoles como para declarar un ganador. 

“Los progresistas tienen que tener mejores respuestas a la mentalidad tribal de Trump de la que tienen ahora”, señaló Cornell Belcher, estratega demócrata. “Tenemos que hacer que los votantes blancos moderados molestos por un sentimiento de división tengan una participación en este juego de racismo. Eso no es recurrir al tema de los seguros de gastos médicos. Se trata de hablar sobre cómo este tribalismo los afectará a ellos y a sus hijos. No arreglas el racismo al no combatirlo directamente”. 

Algunos candidatos no ocultaban el dolor de no ser favorecidos en las urnas.

En una conferencia de prensa el miércoles por la mañana posterior a las elecciones, Trump rechazó cualquier insinuación de que envalentonó recientemente a los nacionalistas blancos al describirse a sí mismo como “nacionalista”. El presidente dijo varias veces que la pregunta, realizada por un periodista negro, era racista en sí misma. 

El lado positivo de la balanza para las minorías el martes fue que gran parte de la campaña estuvo enfocada en los votantes de las minorías, y la participación récord en la votación adelantada y las largas filas en las casillas dejaron entrever que sus esfuerzos rindieron frutos. 

Los organizadores destacaron la elección de negros y latinos para ocupar escaños en el Congreso, como las de Ayanna Pressley, de Massachusetts; Jahana Hayes, de Connecticut; Alexandria Ocasio Cortez, de Nueva York, y Veronica Escobar, de Texas. Además, hicieron notar la aprobación de una enmienda constitucional en Florida que restablecerá el derecho a votar a más de un millón de exconvictos. 

Mencionaron también que la derrota de conservadores republicanos como el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, y el de Kansas, Kris Kobach, fue evidencia de que las coaliciones con los blancos liberales y centristas pueden funcionar. De igual manera, candidatos al Congreso como Lauren Underwood, de Illinois, y Antonio Delgado, de Nueva York, mostraron que los negros pueden ganar en los distritos mayoritariamente blancos. 

Packnett dijo que había cosas esperanzadoras rumbo a los comicios de 2020. 

Mujeres, latinas, musulmanas, gays, lesbianas y nativas americanas son algunos de ellos.

“Me entristece que las mujeres blancas que también tienen una identidad marginalizada no voten más por lo que es mejor para ellas”, señaló. “Pero solo porque no obtuvimos todas las victorias que queríamos no significa que no hay gente que aprendió más y tuvo mejores resultados en estas elecciones”. 

Pressley, elegida en un distrito liberal y étnicamente diverso de Boston como la primera congresista negra de Massachusetts, dijo que los candidatos de minorías impulsaron al electorado y lo expandieron en estas elecciones. Pero dijo también que Estados Unidos todavía no está en el punto en que se asuma que los candidatos de raza negra son capaces o experimentados. 

“Cuando somos caracterizados como una moda o una tendencia o una casualidad, eso es perjudicial para nuestro liderazgo”, aseveró.