Acusan a doctor y enfermera de distribuir millones de dosis de opiáceos
El médico recetó tantas píldoras narcóticas que los consumidores de drogas lo apodaron "el hombre de los dulces".
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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Anchorage, Alaska - Un médico y una enfermera de Alaska afrontaban cargos federales por distribución ilegal de millones de dosis de opiáceos a pacientes, que supusieron adicciones, sobredosis y muertes, según dijeron el miércoles las autoridades.
Jessica Joyce Spayd, de 48 años, y Lavedn Davidhizar, de 74, fueron detenidos y acusados por separado de proporcionar opiáceos a pacientes que no los necesitaban, según la fiscalía federal en Alaska.
Spayd, enfermera cualificada y propietaria del centro Eagle River Wellnes en Eagle River, fue acusada de distribución de sustancias narcóticas resultantes en muerte.
Davidhizar, médico en la Family Medical Clinic de Soldotna, fue acusado de distribuir una sustancia controlada. Recetó tantas píldoras narcóticas que los consumidores de drogas lo apodaron “el hombre de los dulces”, según las autoridades.
Los dos profesionales sanitarios impulsaron la epidemia de opiáceos en el estado, afirmó la fiscalía.
Spayd distribuyó más de 4 millones de dosis de narcóticos opiáceos a 450 pacientes entre 2014 y 2019.
La agencia antidroga de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) identificó a Spayd por indicios como pacientes que recorrían largas distancias, recetas firmadas antes de que la prescripción anterior caducara y pacientes que utilizaban varios nombres y farmacias, según documentos judiciales.
Al menos 19 de sus pacientes “murieron en el mes tras canjear una receta de opiáceos” firmada por ella. Doce murieron en un plazo de dos semanas y cinco murieron ese día o al siguiente.
Por su parte, Davidhizar recetó más de 700,000 píldoras narcóticas entre 2017 y 2019 y era “muy conocido en la comunidad de consumidores de drogas en la Península de Kenai”, de acuerdo con los documentos judiciales.
Agentes encubiertos del FBI se hicieron pasar por pacientes con signos de adicción a los opiáceos pero “poco dolor que justificara los opiáceos que pedían”, indicó el texto de la fiscalía, señalando que Davidhizar les recetó los opiáceos de todos modos.
Spayd afrontaba un mínimo de 20 años de prisión si es condenada de los cargos más graves, mientras que Davidhizar afrontaba un máximo de 20 años de prisión.