Un solo restaurante ha comenzado a requerir la tarjeta de vacunación del COVID-19
Líderes de industrias no creen que esta medida sea impuesta al pueblo por los comerciantes e insisten en el uso de la mascarilla.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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“Efectivo de inmediato se requiere prueba de vacunación contra el COVID-19 a los comensales. Favor de presentar su licencia o pasaporte y prueba de vacunación en la entrada. Gracias”.
Así se escucha el mensaje de voz de la grabadora telefónica del restaurante Santaella, localizado en San Juan. Este es el único establecimiento comercial que, hasta el momento, ha acogido la recomendación del gobernador Pedro Pierluisi de exigir la tarjeta de la vacunación a los comensales en medio de este repunte de casos de coronavirus, según comentó el expresidente de la Asociación de Restaurantes (ASORE), Ramón Leal.
“Es el único que sabemos que lo está haciendo. Yo respeto el derecho de ese operador de administrar su negocio como él lo entienda, pero en el caso nuestro no va a estar imponiéndose”, comentó, al hablar de sus restaurantes Chili’s, Macaroni Grill y PF Chang.
El actual presidente de ASORE, José Vázquez, señaló que el restaurante puede imponer estas reglas porque es “high end” y solo permite la entrada de personas mediante reservación.
“En el negocio de él (el chef José Santaella) funciona, pero no necesariamente sería bueno para otros restaurantes que bregan con ‘walking’ (entrada sin reservación)”, precisó.
Para ASORE esta medida no será una regla. Vázquez dijo que se dejará en manos de cada propietario de restaurante las normas a implementarse para combatir el COVID-19. Sin embargo, no cree que muchos la impongan.
“Tenemos una situación de poca empleomanía en este momento. A duras penas tenemos para nuestras operaciones como para pedir verificación”, manifestó.
Primera Hora solicitó una entrevista con el chef Santaella y está en espera de una respuesta.
Entretanto, el presidente de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA), Manuel Reyes, expuso que los líderes de la industria de los supermercados no han tenido una conversación sobre imponer requisitos de entrada, como los es la presentación de la tarjeta de vacunación o una prueba negativa de COVID-19 realizada en un periodo menor a 72 horas. Sin embargo, opinó que “sería complicado el proceso. Sería mucho más fácil pedir mascarilla que uno estar verificando documentos en la entrada. El flujo de gente en los supermercados es alto. Eso requeriría empleados adicionales”.
La preocupación mayor del comerciante es que el gobernador no presentó el marco legal disponible para poder exigir documentos a los consumidores. Un aspecto similar demarcó Leal en sus expresiones.
“En este momento no lo vamos a requerir (en los restaurantes que administra), porque no es ley que tienes que hacerlo y hay muchas interrogantes del marco legal de lo que puedes y no puedes hacer”, sostuvo el expresidente de ASORE.
Otro al que le preocupó el marco legal que utilizarían para requerir pruebas negativas o la tarjeta de vacunación es el presidente de la Asociación de Centros Comerciales, Adolfo González.
“Entendemos que hay que verificar bien la legalidad de esta exigencia”, destacó.
Pero, más allá del marco legal, a González le preocupa la falsificación de las tarjetas de vacunación. Por ello, afirmó que el gobierno debería emitir la credencial de vacunación confiable antes de que se establezca una directriz en contra de los consumidores.
“Por ahora, no sabemos de ninguno de los centro comercial que vaya a implementar” esta recomendación, indicó.
Los comerciantes entrevistados, de paso, indicaron que no creen que tampoco se imponga, de inmediato, el requisito de que los empleados tengan que estar vacunados obligatoriamente.
Reyes expuso que, “si el gobierno decide apoyar esa postura, tiene que haber un proceso de educación para que los trabajadores y el público en general no resista el proceso”.
El líder de MIDA, no obstante, llamó a todos los empleados de la industria de alimentos a vacunarse, si es que todavía no lo han hecho. Aunque dijo que la mayoría aceptó inocularse a principio de año, cuando les correspondió el turno.
“Nosotros estuvimos en los primeros grupos y la receptividad fue muy alta. Pero, siempre ha habido personas con temores, lo que representa un riesgo para ellos, riesgo para sus compañeros y riesgo para los consumidores”, manifestó Reyes.
Vázquez, por su parte, indicó que sobre el 75% de los empleados de la industria de restaurantes está vacunado.
Indicó que la exhortación de ASORE seguirá siendo en que tanto sus empleados como el público en general se vacune.
“La clave es fomentar la vacunación y la educación, sobre todo, educar a las personas que no hay ningún peligro, que no hay ningún riesgo. A través de las décadas y siglos en la humanidad ha habido una cantidad grave de enfermedades que se han controlado y erradicado con la vacunación”, puntualizó Vázquez.
González indicó que cada centro comercial tiene comerciantes con diversas reglas contra el COVID-19, por lo que se les dificulta imponer una medida en la que se obligue a empleados a vacunarse o se limite el acceso al solicitar la tarjeta de la vacunación.
“Sabemos que hay muchos (comerciantes) que lo que han hecho es mediante incentivación de vacunación. De aquí en adelante habrá que ver cuánto de ellos le exigen a sus empleados”, expuso.
Entretanto, Leal dijo que en su empresa “no vamos a obligar a nadie, en este momento. Lo que estamos haciendo es exhortando, recomendando, buscando la manera de que, los que no están vacunados, tengan tiempo de vacunarse”.
Por otro lado, el presidente de la Asociación de Comercio al Detal, Iván Báez, estipuló en declaraciones escritas remitidas a Primera Hora que la entidad va a “continuar con la campaña de la vacunación, promoviendo el uso de la mascarilla y manteniendo los protocolos de salubridad”.