Reina la incertidumbre sobre reclamos a enseres y alimentos dañados por apagón
Mientras LUMA Energy rechaza recomponer los agravios a la propiedad que provocó la avería del pasado miércoles, entidades gubernamentales refutan que existen recursos para tomar acción.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
PUBLICIDAD
En momentos en que un titular directivo de LUMA Energy se ha negado, en múltiples ocasiones, a indemnizar los gastos en pérdidas de alimentos y enseres doméstico que provocó el apagón general del pasado miércoles, una entidad del gobierno de Puerto Rico le salió al paso al consorcio para alegar que este no es el caso.
La directora ejecutiva de la Oficina Independiente de Protección al Consumidor (OIPC), Hannia Rivera Díaz, aseguró nuevamente a Primera Hora que los más de 1.4 millones de clientes de la utilidad de energía eléctrica tienen derecho para reclamar por agravios a la propiedad, proceso que, según la titular, “viene desde la Autoridad de Energía Eléctrica”.
Relacionadas
“Ahora mismo, en LUMA, existe un proceso, y el mismo consiste en que el consumidor acuda a una oficina comercial, tiene que someter una carta explicativa con lo ocurrido, tiene que anejar el recibo del enser que se le dañó o el recibo de reperación si este se pudo recomponer, junto con un formulario que provee LUMA, que es precisamente para ese tipo de reclamaciones”, indicó.
Según Díaz Rivera, al momento de contar con los documentos anteriormente mencionados, el consumidor debe someterlos a la oficina comercial más cercana para que inicie el proceso de reclamación.
“LUMA tiene 90 días para hacer la determinación con relación a esa reclamación”, adujo la directora de la OIPC.
Ahora bien, Díaz Rivera le expuso a este medio que era de suma importancia que el consumidor presentara las pruebas necesarias para justificar su solicitud de compensación.
“No es decir que yo tenía una nevera de hace 20 años y se me dañó, hay que sopesar las situaciones, eso se verá de caso a caso. Pero el cliente tiene que demostrar y probar con evidencia de que sufrió un daño y eso fue consecuencia de la interrupción del servicio que ocurrió la semana pasada”, puntualizó.
“Si LUMA no responde al cliente en los 90 días, ¿cúal sería el próximo paso que el cliente debe seguir?”, cuestionó este medio.
La titular respondió que de no acontecer una respuesta, o del abonado percibir que no se atendió su reclamo por reparar agravios, este le tocará acudir directamente a los tribunales.
“Entiendo que esto es un proceso deficiente, entiendo que esto resulta oneroso para los consumidores; sin embargo, ese es el proceso que está establecido actualmente”, manifestó.
Por otro lado, en cuanto a las expresiones que emitió el vicepresidente de asuntos regulatorios de LUMA, Mario Hurtado, quien ha reiteró en distintas ocasiones que la compañía a cargo del sistema de transmisión y distribución de la red eléctrica de Puerto Rico no se encuentra en la posición de incurrir en gastos por los posibles daños que provocó la avería del pasado miércoles al esta ser una situación de emergencia, Díaz Rivera expresó que sus expresiones podrían ampararse a un relevo de responsabilidad que el Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) le aprobó el 31 de mayo del año pasado.
Dicho relevo sostiene que ni la Autoridad de Energía Eléctrica ni LUMA son responsables únicamente de casos de negligencia ordinaria, es decir, de “las pérdidas, daños, lesión de cualquier cliente como resultado de la provisión o suplido de energía eléctrica o el resultado de cualquier interrupción, paro, variación, disminución, fluctuación, terminación, fallo o defecto en el servicio eléctrico”.
Según el NEPR, esa protección es un equivalente al que actualmente tiene la corporación pública de energía eléctrica.
No obstante, la jefa de la OIPC sostuvo que el relevo “no los exime de forma absoluta de responsabilidad”.
“Si personal de LUMA o la Autoridad incurrió en negligencia crasa, en acción temeraria o en dolo (conducta delictiva de realizar u omitir una acción con conocimiento y voluntad), ciertamente, ellos son responsables por los daños directos que le hayan provocado a los consumidores, incluyendo daños a la propiedad”, indicó.
Igualmente, Díaz Rivera expresó a este medio que “es totalmente incorrecto” que LUMA busque “liberarse automáticamente de responsabilidad” en momentos que el ente regulador le solicitó al consorcio iniciar una pesquisa sobre el causante de la avería que dejo a la Isla a oscuras una vez más.
“Hay que esperar esa investigación culmine”, apuntaló.
Mientras tanto, cuando se preguntó a quién le tocaría de parte del gobierno central obligar que LUMA Energy atienda los reclamos de los consumidores en caso que la investigación apunte que hubo negligencia crasa lo que provocó el apagón general, la jefa de OIPC, por su parte, señaló que la ley no faculta su agencia a representar a los consumidores ante la utilidad de energía eléctrica.
“Mi rol es estrictamente asesorar legalmente a los consumidores para que sepan cuál es el proceso que existe y del cual tienen derecho a reclamar. De ordinario, la gente desconoce que tiene ese derecho”, expresó.
“Yo no estoy diciendo que, en su día, se va adjudicar a favor del consumidor porque hay una investigación, hay que esperar que culmine, hay que ver cuáles son las conclusiones, pero el consumidor tiene derecho a reclamar”, agregó.
Cero reembolso por deterioro de alimentos
En horas de la tarde, LUMA Energy informó a Primera Hora que, a pesar de que los clientes tienen el derecho de reclamar por daños causados por la interrupción del servicio de energía eléctrica, el consorcio no se encuentra en la posición de compensar los alimentos que se deterioraron durante la avería.
“Queremos aclarar a nuestros clientes que tales eventos de interrupción, especialmente dada la fragilidad de la red eléctrica en Puerto Rico, están fuera del control de LUMA y, en LUMA, no nos encontramos en la posición de reembolsar por el deterioro de los alimentos”, expresó.
Igualmente, la empresa instó que ha heredado una red eléctrica que “sigue siendo increíblemente frágil debido a años, sino décadas, de negligencia y falta de mantenimiento” bajo la Autoridad de Energía Eléctrica, no obstante, no se mencionó el nombre de la corporación pública en la comunicación.
Mientras tanto, el consorcio energético dijo estar “profundamente comprometidos con nuestros clientes y por eso estamos trabajando duro para responder a estas interrupciones cuando se producen, para reconstruir, reparar y modernizar el sistema de transmisión y distribución eléctrica, y así ayudar a evitar que interrupciones tan graves como esta vuelvan a ocurrir”.
Por otro lado, a pesar de reconocer la frustración que incidió la avería del servicio eléctrico, LUMA sostuvo que, por los últimos diez meses, cuentan con sobre 3,000 empleados que “han trabajado arduamente para atender las fallas de la red eléctrica dejadas por el operador anterior”.