La paralización del importante puerto de Jacksonville, Florida, a causa del embate del huracán Ian podría causar complicaciones para que los consumidores consigan en las góndolas de los supermercados variedad de marcas de ciertos productos alimenticios, pero no a tal grado de que se registre una escasez, según proyectó este miércoles el vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA), Manuel Reyes.

El puerto es la sede principal del transporte de alimentos a la Isla. El mismo tuvo que detener sus operaciones hoy, miércoles, como preparativo al embate del ciclón. Reyes indicó que no se prevé que regrese a operaciones “hasta el sábado o hasta nuevo aviso”.

De inmediato, dijo que la situación provocará “un atraso en la llegada de mercancía” a Puerto Rico.

Explicó que el mercado estaba ya trastocado por los problemas de producción que se han presentado durante la pandemia del COVID-19, así como el reciente paso del huracán Fiona por la Isla, que también ocasionó la pérdida del producto local.

“Todo esto trastoca los inventarios y trastoca el flujo de la mercancía. O sea, ya hay unos atrasos. Ahora con esto de Jacksonville, pues, va a haber otros atrasos. Nuestra industria lo ha manejado y ha demostrado que estuvo lista para lo que ha venido y no ha hecho falta… en Puerto Rico no ha faltado alimentos”, manifestó el empresario en entrevista telefónica.

Aceptó que, en la actualidad, “no tenemos los inventarios ideales”, que son abastos para unas tres semanas. Más, sin embargo, expuso que los supermercados podrían suplir la demanda que surja en lo que se restablece la llegada de carga marítima desde Jacksonville.

Según explicó el directivo de MIDA, la industria alimenticia mueve “miles de artículos. Así que hay muchos productos substitutos. Si no hay de una marca o no hay de una categoría, va a haber alguna alternativa de otra, en términos generales. Así que puede haber menos variedad para los consumidores. Los consumidores ya han estado viendo esta realidad y quizás se pueda agravar. Pero, en este momento, no es que estemos en una situación de riesgo de pasar hambre, de que no tengamos un producto alternativo”.

Asimismo, Reyes indicó que a Puerto Rico se le haría complicado hacer gestiones para cambiar a Jacksonville por cualquier otro muelle de la costa este de los Estados Unidos para transportar mercancía. Explicó que la Isla tiene el inconveniente de las Leyes de Cabotaje, que estipulan que el barco que haga entrada debe tener bandera estadounidense, así como que el flujo de distribución ya está establecido.

“Es técnicamente posible, pero llevaría un tiempo a lo que se ajusta la cadena de abasto”, opinó.

Por tal razón, Reyes considera que es mejor para la Isla esperar que Jacksonville reanude operaciones para volver a recibir importante carga marítima, como lo son los alimentos.

En lo que mostró preocupación el comerciante es en que ahora el azote de Ian va a dividir la atención que tenía Puerto Rico en la recuperación que se necesita tras el embate de Fiona.

“Eso implica que nuestra recuperación va a competir por recursos, tanto en lo público como en lo privado, en materiales de construcción, alimentos, incluso fondos y personal disponible”, manifestó.