Más personas se comprometen a un “año sin compras” para evitar gastos excesivos
Aprender a evitar compras impulsivas implica replantear hábitos personales y tomar conciencia de los factores que los desencadenan.
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Nueva York. Una residente de Brooklyn de 35 años dejó de comprar ropa nueva. Una joven de 22 años de San Diego renunció a la terapia de compras en Target. Una joven inglesa de 26 años se prohibió las bebidas carbonatadas en su lista de compras.
Estas tres mujeres, que no se conocen entre sí, comenzaron el año resueltas a gastar dinero sólo en compras necesarias, una estrategia a la que popularmente se le llama reto de no comprar. Las reglas autoimpuestas del desafío son sencillas: los participantes se comprometen a dejar de adquirir artículos no esenciales, ya sean zapatos innecesarios, productos de belleza adicionales u otras compras impulsivas durante un período determinado, que generalmente es de 12 meses.
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Lo que comenzó hace varios años como un experimento publicado en un blog sobre cómo hacer presupuestos y realizar gastos en forma cuidadosa se ha convertido en una tendencia popular en redes sociales. Un grupo de Reddit donde la gente comparte sus experiencias tiene 51,000 miembros. El reto ganó popularidad principalmente en TikTok, donde algunos videos de usuarios que procuran rendir cuentas de sus gastos reciben cientos de miles de vistas.
Elysia Berman, una directora creativa que vive en Brooklyn, decidió que necesitaba cambiar drásticamente sus hábitos de gasto después de acumular una colección de ropa vintage de diseñador y una deuda de cinco cifras en tarjetas de crédito. Su promesa de no comprar incluía no adquirir ropa nueva, comprar maquillaje y productos para el cabello sólo después de utilizar por completo los que tenía, y limitar sus salidas sociales a actividades con costo bajo o nulo.
Para Berman, el adoptar un estilo de vida más frugal tiene un propósito: pagar la deuda de sus tarjetas de crédito. “No era como que quería desafiarme a mí misma. Realmente estoy en una posición en la que este es el paso siguiente necesario para mí”, dijo.
Cumplir el reto y avanzar hacia su objetivo financiero han resultado más difíciles de lo que Berman esperaba. A las dos semanas de comenzar el desafío, no pudo resistirse a comprar una boina nueva. Luego vino un nuevo par de botas. Aunque el reto la ha ayudado a reducir sus gastos, no ahorra tanto, sino que más bien vive dentro de sus posibilidades.
“Al realizar este ajuste en mi estilo de vida, anticipaba que marcaría una gran diferencia en mi capacidad para pagar mi deuda”, dijo Berman.
Hablar de problemas financieros personales es difícil para la mayoría de las personas, pero Berman abordó los suyos de frente al examinarlos con amigos y familiares y luego publicar sobre ellos en redes sociales. Esta última acción resultó en más exposición de la que preveía originalmente: tiene más de 60,000 seguidores en TikTok, donde un video en el que mostró vacíos sus productos para la piel y el cabello recibió más de 1 millón de vistas.
Si bien la tendencia se ha mantenido en crecimiento durante algún tiempo, el comienzo de 2024 brindó otra oportunidad para que las personas recuperaran el control de sus finanzas luego del “gasto fatalista” en la pandemia de COVID-19, según Courtney Alev, defensora de las finanzas del consumidor en la compañía de finanzas personales Credit Karma.
“Simplemente son personas que tratan de recuperar el control de lo que ha sido un ciclo desenfrenado de gastos excesivos, de poder poner en orden su situación financiera y lograr ahorrar dinero”, agregó Alev.
No todos los que eligen unirse al reto de no comprar tienen deudas. Amea Wadsworth, quien regresó a su hogar en San Diego, California, después de graduarse de la universidad, quería que su primer trabajo de tiempo completo fuese una oportunidad de ahorrar dinero para su futuro y ayudar al medio ambiente.
Tras regresar a vivir con su mamá, comenzó a percatarse de cuántas cosas tenía que ocupaban espacio. El trabajar para una aplicación de sostenibilidad también la ha hecho más consciente de su contribución personal a las montañas de residuos del mundo.
“Llevo un registro de todo (en) lo que gasto. Lo estoy escribiendo todo”, refirió Wadsworth, quien también anota las veces que quiere comprar algo, pero se abstiene. A fin de mes revisa las entradas para determinar si sus compras fueron realmente necesarias o la respuesta a un antojo rápido.
Mia Westrap, estudiante de doctorado de Southampton, Inglaterra, también usa TikTok para rendir cuentas de sus gastos durante su año sin compras. Su objetivo es ahorrar el equivalente a tres meses de alquiler, ya que actualmente vive mes a mes. Mientras que el talón de Aquiles de Berman eran los artículos de moda, el de Westtrap eran ciertos alimentos y bebidas.
“Me di cuenta que estaba gastando cuatro cifras tan sólo en bebidas carbonatadas y Pepsi Max”, dijo.
Dado que actividades sociales como salir a cenar o beber algo implican gastar dinero, Westrap decidió poner en pausa las citas durante su reto de no comprar en un año.
“No quiero acudir a una cita y esperar que ellos paguen por mí”, explicó. “Y tampoco quiero salir a citas, conocer a alguien y decirle: ‘Oh, mira: hago estos TikToks sobre no gastar nada de dinero, y aquí estoy’”.
Otros participantes del reto de no gastar se dan ciertas libertades. Wadsworth, por ejemplo, no compra ningún artículo físico, pero sí se permite salir a comer con amigos ocasionalmente y cubrir el costo de visitar a su novio que vive lejos.
Sabrina Pare, de 31 años, de Detroit, Michigan, abordó el reducir sus compras desde una perspectiva de respeto al medio ambiente. Pare, a quien le interesa la vida sostenible y tiene un gran número de seguidores en redes sociales, decidió participar en el año sin compras para limitar su contribución a los residuos del mundo.
Comenzó por ordenar su armario y luego buscó formas repetuosas con el medio ambiente de crear un guardarropa minimalista, tales como organizar un intercambio de prendas y evitar las tendencias de moda. A cada paso, Pare graba videos cortos y los comparte con sus seguidores, acompañándolos de consejos.
“Si compras menos, es mejor para el planeta. El consumo excesivo es un gran problema en nuestra sociedad”, manifestó.
Pero de la misma forma en que las redes sociales pueden usarse para rendir cuentas y recibir apoyo al participar en el reto del año sin compras, también son una de las razones por las que muchos gastan de más. Berman, por ejemplo, dejó de seguir a muchos influencers de la moda para reducir sus ganas de comprar cosas.
Aprender a evitar las compras impulsivas implica replantear hábitos personales y tomar conciencia de los factores que los desencadenan, dijo Carrie Rattle, directora general de Behavioral Cents, una empresa de asesoramiento financiero.
“(El reto) sí te ayuda a intentar combatir esa necesidad de dopamina. Cada vez que compramos, que cualquiera de nosotros compra, recibimos esa pequeña dosis de dopamina”, añadió Rattle.
Si bien está previsto que el reto dure un año, las personas que lo intentan dicen que aprenden nuevas técnicas que les ayudarán a evitar gastos excesivos en el futuro.
Westtrap carga un bolso lo suficientemente grande para permitirle llevar material de lectura cuando sale de su apartamento, de forma que no tenga excusa para comprar más libros. Pare se dio de baja de boletines que la tentaban a comprar ropa y productos para el cuidado de la piel. Berman se tiñó el cabello de nuevo a su color marrón natural, ya que las citas en el salón para mantenerlo teñido de rubio brillante eran costosas.
“Mis hábitos de consumo han cambiado mucho mediante esto”, dijo Berman. “Sólo porque ves todo el desperdicio y piensas: ‘¿Por qué es necesario esto? ¿Por qué comprar un millón de cosas pequeñas cuando puedes comprar sólo una cosa grande, que es todavía mejor si se puede rellenar?’”.
Después de que reduzca de manera significativa la deuda de sus tarjetas de crédito, Berman espera comenzar a ahorrar e invertir. Wadsworth planea concentrarse en gastar su dinero en experiencias con sus seres queridos en lugar de en cosas materiales. Pare quiere liquidar sus préstamos estudiantiles.
Wadsworth aconseja a cualquiera que haya oído hablar del reto de no comprar y no se imagine poder hacerlo que lo intente, aunque sea sólo por un mes.
“Dicen que suena muy difícil; y sí, a mí también me sonó difícil. Pero si te parece tan aterrador, probablemente significa que lo necesitas”, dijo.