La era en la que el modelo insignia de Lincoln era una gigantesca parcela de suspensión  boyante ha terminado oficialmente. En vez de un inmenso Town Car que sólo compran las compañías de taxis de aeropuerto o los pacientes de Medicare, el nuevo portaestandarte de la marca es un atractivo sedán llamado MKS.

Introducido como un modelo del 2009, el MKS no se vería fuera de lugar aparcado entre carros de lujo japoneses o europeos, gracias al dinamismo que proyectan las líneas de su carrocería. Los elegantes focos traseros aportan a ello ya que tienen el look propio de un carro de las marcas premium de Europa y Japón. Sin embargo, de frente luce americano ya que lleva la nueva y muy favorable temática de diseño de Lincoln estrenado en el modelo de entrada de la marca, el MKZ.

El MKS del 2009 está equipado con un motor V6 de 3.7 litros y 270 caballos de fuerza que trabaja en conjunto a una transmisión automática de seis velocidades. El cliente puede escogerlo con tracción delantera o en las cuatro ruedas. Al estilo de Acura, no ofrece tracción trasera.

Como muestra de que Lincoln desea apartarse de su imagen aburrida y anticuada, el MKS estrenará ahora para el 2010 un motor muy interesante. Se trata de otro V6, no con una, sino con dos turbinas. O sea, ¿quién se hubiera imaginado un Lincoln twin turbo? El motor en cuestión es de una nueva generación llamado EcoBoost, es de 3.5 litros y produce 355 caballos de fuerza. Estamos hablando de un V6 con la potencia de un monstruoso y sediento ocho cilindros. Sin embargo, el EcoBoost ofrecerá un rendimiento de combustible de 17 millas por galón (MPG) en la ciudad (un V8 con potencia similar tendría un millaje en las 13 o 14 MPG). Mientras, en carretera abierta puede estirar cada galón a lo largo de 24 millas, lo que está más a tono con un seis cilindros con una potencia considerablemente menor.

Cuando el MKS llegó a la Isla probamos un modelo del 2009 con el V6 aspirado de 3.7 litros. Y les digo que los 270 caballos lo mueven súper bien. Así que con el EcoBoost, el MKS deberá comportarse como un muscle car vestido con ropa formal.

Así que ¿quién lo diría? Un Lincoln que no se limita a tener una apariencia deseable sino que encima de eso ofrece un motor twin turbo. Definitivamente la era de Lincolns semejantes a barcazas oficialmente ha terminado.

aoneill@primerahora.com