Honda llamará a revisión 2.6 millones de vehículos por defecto en bomba de combustible
Toyota también revisará un millón de unidades por otro desperfecto.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Washington. Honda llamará a revisión unos 2.6 millones de vehículos en Estados Unidos para reparar un problema en la bomba del combustible que puede causar que el motor deje de funcionar de forma inesperada, lo que incrementa el riesgo de accidente.
La llamada a revisión afecta a vehículos de las marcas Honda y Acura de los años 2017 al 2020.
El fabricante japonés señaló este jueves en un comunicado que el propulsor de la bomba de combustible fue fabricado de forma errónea con una densidad inferior a lo requerido. Con el tiempo, el propulsor se puede deformar causando que la bomba de combustible deje de funcionar.
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“Si la bomba de combustible no está operativa, es posible que el motor no se ponga en marcha o se pare cuando el vehículo está circulando, lo que aumenta el riesgo de accidentes o lesiones”, explicó la compañía.
Honda también señaló que no ha recibido ningún informe de accidentes o lesiones relacionados con este defecto.
La compañía japonesa no cuenta en estos momentos con suficientes componentes para reemplazar las bombas de combustible defectuosas por lo que advierte que la llamada a revisión se producirá de forma escalonada durante los próximos meses a partir de febrero de 2024.
La reparación será realizada de forma gratuita por los concesionarios de la compañía.
Toyota anuncia revisión a un millón de vehículos
La masiva llamada a revisión de Honda se produce un día después de que otro fabricante japonés anunciase que tendrá que reparar alrededor de 1 millón de vehículos en Norteamérica tras detectar un defecto en el sistema de airbags.
Los vehículos que han sido llamados a revisión incluyen seis modelos de Toyota, entre ellos los Corolla producidos entre 2020 y 2021, el Avalon y el Sienna Hybrid, además de varios modelos de Lexus como el ES y el RX.
El defecto en el llamado Sistema de Clasificación de Ocupantes (OCS, por sus siglas en inglés) en el asiento del pasajero delantero puede provocar un cortocircuito y que el airbag no se despliegue en el momento de un impacto.
Todos estos modelos cuentan con un Sistema de Clasificación de Ocupantes (OCS) en el asiento del pasajero delantero que podrían haber sido fabricados incorrectamente, causando un cortocircuito que no permitiría que el airbag se despliegue correctamente, aumentando el riesgo de lesiones.
“Para todos los vehículos involucrados, los concesionarios Toyota y Lexus inspeccionarán los sensores OCS y, si es necesario, los reemplazarán sin coste adicional para los propietarios. Toyota notificará a los clientes a mediados de febrero de 2024″, dijo hoy la empresa en dicho texto.